Salvo para quienes tenían que recibir el mensaje, la entrevista de Juan Luis Cebrián en La Vanguardia ha pasado inadvertida. A sus 66 años, el consejero delegado del Grupo, Juan Luis Cebrián, ha tenido que salir a la palestra para asegurar que él no se va y que PRISA no está en disolución. Han vendido hasta la camisa sí, se han salvado gracias a meter a la zorra en el gallinero, a Liberty, un depredador que está desguazando el grupo, pero Janli, autor de la hazaña, no puede pasar a la historia como el liquidador del Imperio Polanco. Tampoco puede jubilarse. Necesita, por contra, reafirmarse con el rector del grupo editorial capaz de poner y quitar gobiernos, aunque esos tiempos ya han pasado a la historia: los enterró él.
Pero el Felipismo le presiona para que no se jubile y mantenga, al menos, El País y la cadena SER como instrumentos electorales. En concreto, su amigo, Alfredo Pérez Rubalcaba, le necesita para su fijación de sustituir a Zapatero. Y lo tiene crudo, porque ZP está crecido y vuelve a hablar como un iluminado (la legislatura anterior fue la de las reformas sociales, ésta la de las reformas económicas, compañeros). Además, si el empleo continúa donde está, en el hoyo, y tuviera que arrojar la toalla le sustituiría Carme Chacón, aunque sólo fuera para darle en los morros a Rubalcaba.
Y en esas surge Berlusconi. Fuentes de Mediaset aseguran a Hispanidad que, tras hacerse con cuatro, la tele de PRISA y con su participación en Digital , Berlusconi quiere comprar la SER, el agit-prop Berlusconi está obsesionado con convertirse en el Murdoch del sur de Europa y para ello precisa controlar los medios españoles. Así que también pretende hacerse con el control de Digital , de la que posee el 22%. Berlusconi quiere emitir y producir, tener derechos. Desde luego, si compra Digital y la SER salvaría las cuentas de PRISA aunque, eso sí, dejaría el Imperio Polanco reducido a un guiñapo.
Por cierto, Berlusconi quiere ir de la mano de Telefónica en España e incluso no vería mal una fusión Telefónica-Telecom Italia, que, por el momento, resulta impensable. Y es que don Silvio no tiene crédito ilimitado y, además, está convencido de que telecomunicaciones e información tienen que acabar por matrimoniar, aunque no al estilo villacerdosa.
¿Y qué dice Liberty? Encantado de vender la SER, de venderlo todo y cuanto antes.
Si le dan la SER ofrece, además, el mismo pacto que con Tele 5: controlar la empresa pero, a pesar de su ser un conservador, los informativos de Tele 5 han sido siempre, ante todo, pro-PSOE. La información no le interesa mucho al premier italiano como ha quedado de manifiesto cuando ha cerrado CNN y ha colocado a su vera el monipodio de Gran Hermano.
Rubalcaba se niega. Bastante tiene con el apoyo incondicional de Mediapro-La Sexta-Público a Zapatero y a la propia Carme Chacón, amiga personal de José Miguel Contreras, Jaume Roures y Tatxo Benet.
La oferta por la SER es lógica. Berlusconi tiene su fuerte en televisión pero aspira a frivolizar también la radio y a introducirse en Internet. Lo que menos le gusta es la prensa diaria. Y ojo porque si se hace con la SER pueden aumentar sus problemas con competencia.
Eulogio López
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