Rafael Bardají, director del área de internacional de Faes, se refería al envío de tropas al Líbano en una entrevista en la COPE: el debate en España en su vertiente parlamentaria se ha limitado a analizar cuestiones de procedimiento. Este Gobierno, con su actuación tan mala en la gestión, y el presidente Zapatero se escondía tras el ministro Alonso y al final hacía una intervención. Una actitud de mentira sobre lo que van a hacer las tropas ahí.
Bardají destacaba que las tropas españolas corren los riesgos lógicos de una misión en una zona muy volátil, donde los culpables de la guerra, Hezbolá, dice que no se va a desarmar, y que volverán a actuar. La situación puede empeorar, si la resolución de la ONU se interpreta de manera más estricta y empiezan a desarmar a Hezbolá, la situación mejorará, los franceses han dicho que quieren ver a Hezbolá fuera de la zona del despliegue, pero eso es imposible. Y añadía Bardají: Los franceses por una vez creo que son sinceros en querer desarmar a Hezbolá, tienen más experiencia, la ministra de Defensa francesa ha mostrado un interés real porque el despliegue tenga un efecto en la zona. Nuestro despliegue no sólo es prematuro sino que no cuenta con la racionalidad que sea necesaria.
No hace falta ser un general para saber que la brigada internacional es un lío y un disparate porque hay procedimientos distintos, nuestra brigada multinacional no es como la de la OTAN, y eso va a complicar nuestra capacidad de mando , señalaba Bardají.
Además, a su juicio, 1.100 soldados con la experiencia en Bosnia o en Afganistán, para garantizar la seguridad y la protección, 1.100 soldados son pocos, dada la necesidad de tener médicos, inteligencia, logística, al final son 200 los que están haciendo algo. No creo que los despliegues militares se deban juzgar por lo que cuestan, sino por la labor que van a hacer.