En Barcelona prohibirán el establecimiento de barrios rojos en los que se ejerza la prostitución libremente.
Quizá tomen ejemplo de lo ocurrido en el estado australiano de Victoria. 20 años después legalizar la prostitución, los proveedores de servicios sexuales han pasado de 40 a 184, y la prostitución ilegal ha crecido cuatro veces más que en los estados que la penalizan. El Colectivo de Prostitutas de Victoria defendía que la legalización minimizaría los riesgos de estas mujeres al favorecer el acceso a la atención sanitaria, la mejora de la seguridad en su trabajo y la creación de programas de ayuda para las que quisieran abandonar esta actividad.
Pero la legalización la ha convertido en un floreciente negocio; más mujeres se han visto involucradas en él, también menores de edad, y pocas lo han abandonado voluntariamente.
Y el estado se ha beneficiado de cuantiosos ingresos vía impuestos. De los programas de reinserción nada se sabe.
Ana Coronado
corana22@gmail.com