-En primer lugar, quiere paquetizar los créditos de menos de 100.000 euros y lanzarlos al mercado. Así, no contaminarán el resto del balance.

-También pondrá en venta las participadas. Ojo, no pensemos sólo en las grandes empresas cotizadas.

-Además, se estudia la venta de inmobiliarias y del negocio de tarjetas, así como de sucursales y de créditos corporativos.

-En resumen, quiere un balance limpio para poder empezar a colocar paquetes deacciones en bolsa a finales de 2014.

-De esta forma, lucirá más el negocio recurrente de Bankia.

Como diría Claudio Boada, cuando se hizo cargo del Banco Hispano Americano: vendo hasta la corbata.

Lo mismo está pensando José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia (en la imagen), quien ya ha firmado un acuerdo laboral con los sindicatos y "solucionará" en breve el espinoso asunto de las preferentes. Al menos, antes de finales de mes se sabrá cuál es el acuerdo marco sobre lo que perderán los preferentistas. Y el que no esté de acuerdo, que resuelva el juzgado. A efectos bancarios, punto y final.

Y es entonces cuando comenzará el baile. Fuentes de Bankia hablan de un agresivo plan de ventas. El más importante consiste en titulizar el mayor número de créditos hipotecarios por debajo de los 100.000 euros, es decir, aquellos que no han entrado en el banco malo (SAREB). Sí se parece mucho a las "subprime" pero el objetivo de Goirigolzarri es el mismo: quiere un balance limpio al finalizar 2013. Así, en 2014 ya podrá lucir la gestión comercial del Grupo y, a finales de ese mismo año, a lo sumo en el primer trimestre de 2015, conseguir inversores que reduzcan el capital del Estado en Bankia.

Sí, son "subprime", pero el problema es si el mercado aceptará esos títulos, lo que es tanto como decir a qué precio. Más que de obtener liquidez se trata de que esa cartera no contamine el balance. Más que de una operación de rentabilidad se trata de sacar del balance esos créditos más o menos tóxicos.

Pero las ventas que analiza Goirigolzarri no terminan ahí. De hecho, todo puede ser enajenado,  empezando por créditos corporativos. Ojo, aquí hay que distinguir entre préstamos a grandes empresas y préstamos sindicados con otros bancos. Estos segundos pueden resultar más complejos.

También están en venta negocios como el de las tarjetas, o incluso sucursales. En una sucursal puedes vender el ladrillo, puedes vender los depósitos -lo más apetitoso- o puedes vender el conjunto del negocio.

Y empresas participadas. No piensan sólo en las grandes empresas cotizadas. Sobre éstas, una precisión: lo más importante es la convicción de Goiri de que en un año la bolsa no va a subir mucho. En definitiva, que se puede empezar a vender ya mismo.

Pero no menos importante resultan todas las empresas, industriales o financieras, que no cotizan (en la jerga, a éstas se las denomina empresas privadas y las que están en el parqué empresas públicas). En cualquier caso, el problema aquí radica en la participación, Se venden bien aquellas que controlan.

¿Y todo esto para qué Pues para conseguir lo que más anhela Goirigolzarri: privatizar Bankia y que el Gobierno recupere parte del dinero público aportado.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com