En tres meses, Banesto ha conseguido 150.000 nuevos clientes de su Cuenta Tarifa Plana, que, como su mismo nombre indica, cobra un fijo por comisiones independientemente de las operaciones que se realizan. Según su presidenta, Ana Patricia Botín, esta es la cuenta del futuro. De este modo, la Dirección responde a la polémica creada por el anuncio del Banco Popular de cobrar comisiones por sacar dinero de los cajeros de la propia sucursal fuera del horario de oficina.

Banesto ha sido el primer banco en presentar resultados correspondientes al ejercicio 2004. El beneficio de la entidad,  antes de impuestos, se elevó a 768 millones de euros, un 20% más que un año atrás, aunque el margen de intermediación creció un 7,1%. Nuevamente, las comisiones, que ya suponen el 45% del margen de intermediación, han vuelto a ser la clave del ejercicio. Los ingresos por comisiones de Banesto han ascendido un 8,6%, mientras que los costes de explotación sólo lo hacían en un 2,3%. En definitiva, Banesto mantiene la misma tónica de toda la banca privada de tipos bajos: tenemos una banca cara y donde las plantillas trabajan cada vez más por la misma retribución. No es de extrañar que el ratio de eficiencia mejore en todo el sector.

Por otro lado, las cuentas de Banesto demuestran que las nuevas Normas Internacionales de Contabilidad (NIC), que comenzarán a aplicarse a partir del presente ejercicio de 2005, apenas influyen en las cuentas de resultados. Es más, la mayor influencia estriba en que las NIC obligan a adoptar el sistema norteamericano, por el cual las prejubilaciones deben mermar el beneficio y no el patrimonio de los accionistas. A Banesto, la broma de las prejubilaciones le costará, con cargo al ejercicio 2004, 70 millones de euros.