¿Para qué crear estructuras carísimas si la Iglesia ha llegado a todo el mundo? Ese podría ser el resumen de la forma de trabajar de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN). Esta ONG ha destinado a Haití 100.000 dólares, que se suman a los 70.000 enviados el pasado 15 de enero para ayudar a los afectados por el terremoto en la zona. Entre los destinatarios se encuentran más de 200 seminaristas indigentes que han logrado sobrevivir al derrumbamiento de su seminario durante el terremoto, en el que falleció el obispo de Puerto Príncipe. De la distribución se encarga el nuncio apostólico en la zona, Bernardito Auza
La sección de Proyectos en Iberoamérica de AIN ha elaborado un plan de actuación que prioriza la atención a las personas que intentan abandonar las zonas más afectadas por el terremoto. Una vez superada la emergencia, la institución se centrará en la recuperación de infraestructuras clave como el centro pastoral CIFOR (Centro de Formación de Religiosos de Haití) o la reparación del seminario, ambos en Puerto Príncipe.