No tengo palabras, pero ellas sí. No dejen de leer este banderín de enganche para brujas, quiero decir, de muy femeninas mujeres para adorar a la madre Tierra, más conocida como Gaia o la madre que la parió.

Pero el asunto tiene sustancia y el aviso guarda todos los elementos de un buen aquelarre de corte progresista. Veamos:

1. Componente milenarista. El mundo esta a punto de ser destruido. Dado lo cual, tenemos que rezar a la susodicha madre, la tal Gaia.

2. Surge una cierta contradicción. Las sacerdotisas de Gaia, la madre tierra, le imploran que el planeta, o sea, Ella misma, no se destruya, con lo cual no queda claro si se trata de diosa salvadora o diosa salvada. Todo sea por encontrar

3. En el nuevo panteísmo sólo se admiten sacerdotes femeninos, obispas y papisas, porque la mujer, como Tierra, es la que fertiliza la naturaleza. A partir de aquí llegamos a Afrodita, cuyo templo de distintas ciudades de la antigüedad, por ejemplo Corinto, era conocido por la prostitución Sagrada que en ellos se celebraba. De igual forma, es muy probable que se consiga elaborar el templo de Gaia, una nueva y espléndida religión donde el clero esté formado por hembras pero al que se apunten muchos varones como fieles feligreses y activos participantes en la liturgia.

¡Alerta Occidente: la imbecilidad cunde! No se sabe si el ecopanteísmo feminista es causa o efecto de la susodicha imbecilidad. Para mí que ambas cosas. El caso es que cunde.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com