El objetivo es que el sistema financiero apoye al conjunto de empresas y ciudadanos

Una vez que se abre el grifo, es muy difícil de cerrarlo. El plan Paulson se pudo aprobar porque contaba con apoyos para otros sectores. Fue la manera de comprar el apoyo de algunos congresistas. Y en España dicen lo mismo: si se apoya a los bancos, que se ayude también a otros sectores que se encuentran en situación compleja. Por ejemplo, el sector del automóvil está más que dañado. Los EREs se suceden y las matriculaciones han caído un 30%. Así que la patronal ANFAC pide apoyos.

Lo mismo le ocurre al sector eléctrico. Dicen que ya es hora de que se solucione el déficit tarifario. Al fin y al cabo, Sebastián había abierto la puerta a que fuera el Estado quien pusiera los dineros para el borrón y cuenta nueva. Pero ahora no es el momento. Tampoco habrá dinero para los centros comerciales que están sintiendo en primera línea la caída del consumo y el cabalgamiento de la morosidad.

Pues bien, no habrá nada de nada para nadie. Salvo para los bancos. El secretario de Estado de Economía, David Vegara, señalaba en la mañana de este martes que el plan Zapatero  -enmarcado en el ECOFIN y en el encuentro de jefes de Estado y de Gobierno, añade Vegara- tiene como objetivo apoyar al sistema financiero para que eso permita apoyar al conjunto de las empresas y de los ciudadanos; no es un plan de ayudas. O sea que no.