An education forma parte de esa lista de películas que se prestan a diferentes lecturas según el espectador que las contempla. Es por ello que es tan adecuada para el debate como otros trabajos anteriores de la danesa Lone Scherfig como Italiano para principiantes o Wilburg se quiere suicidar.
Reino Unido, 1961. Jenny es una brillante y atractiva estudiante de 16 años, hija única de una familia de clase media, cuyos padres aspiran a que curse una carrera universitaria en Oxford. Por contra Jenny, aburrida por la rutina de su vida adolescente, quiere hacerse rápidamente adulta y llevar una existencia bohemia en el París de sus sueños. Todo se precipita cuando hace aparición en escena el treinteañero David, un pretendiente que la seduce con un mundo lleno de pequeños lujos y aventuras.
Basada en las memorias de la periodista Lynn Barber, algunos afirmarán que An Education es un relato sobre las consecuencias de una educación conservadora que conduce a la búsqueda de la libertad, pero es mucho más que eso. An education plantea abiertamente que la responsabilidad de los padres con respecto a la educación de sus hijos no sólo puede ceñirse al terreno académico. También habla del papel de los profesores que deben ser capaces de dar sentido al aprendizaje de unos conocimientos. Pero la advertencia más directa va hacia los jóvenes: no hay atajos ni caminos fáciles para alcanzar las metas marcadas.
En la famosa serie televisiva Fama, la profesora insistía en que la fama cuesta. En esa línea, pero de forma más profunda, indaga An Education: educar cuesta esfuerzo y pasar malos tragos pero es lo que necesitan los vástagos para convertirse en unos adultos válidos. De ahí que, en un momento dado, la joven irresponsable eche en cara a su padre que no fue (cuando realmente lo necesitó) más dura con ella y con la relación que mantenía con ese hombre maduro Porque educar no supone sólo decir a nuestros hijos que la libertad conlleva responsabilidad sino vigilar sus pasos hasta que ellos sean capaces de asumir los retos que les planteará la vida.
En esta película británica por los cuatro costados hay que destacar la fantástica la actuación de la joven Carey Mulligan, sobre la que recae todo el peso de este drama, ganadora de varios premios a la mejor actriz por este trabajo (entre ellos el BAFTA) y nominada al Oscar.
Para: Los que les interese la educación de los hijos y lo que ella conlleva. Para los que les guste el cine británico