Sr. Director:
No me extraña en absoluto la defensa que hace usted en sus editoriales del partido Alternativa Española (AES).

Aunque no he tenido ocasión de conocerle personalmente, su fundador, Rafael López Diéguez, parece un católico comprometido que le ha dedicado tiempo y dinero a un proyecto tan bello como la defensa de los valores cristianos y, más concretamente, los valores no negociables.

López Diéguez lucha por aquello en lo que cree y tiene el mérito de haber conjugado el ideal cristiano con una forma de hacer política bastante más cercana a los ciudadanos que las de los partidos tradicionales. No sólo eso, sino, como usted bien dice, ha tratado de limpiar AES de los malos bichos de la extrema derecha.

En mi opinión, lo ha conseguido en parte. Me explico: se ha librado de algunos malos bichos, pero no de todos, especialmente por lo que se refiere a sus formas. Como partido, AES ha considerado que el enemigo a batir es el PP y no el PSOE, pues entienden que es a los populares a quienes pueden arrebatar votos. El problema es que, a medida que han ido acercándose las elecciones, sus ataques han arreciado contra otras asociaciones católicas en las que, sin competir, AES podría encontrar un buen potencial de votantes. En mi opinión, hacen que ese potencial se vuelva contra AES, por ejemplo, criticando duramente la última manifestación contra el aborto ¿porque no la habían organizado ellos?, ¿porque no les dejaron exhibir sus banderitas?

Tengo la dolorosa impresión de que, más que atraer el voto católico, AES pretende expedir en monopolio el ISO9000 del voto católico: o pasas por su papeleta o es como si no fueras ni a misa. Lo hace de manera expresa, a través de los comunicados en su web y por correo electrónico, y de manera subrepticia y retorcida a través de su brazo periodístico, el Ya.

Esta actitud me ha defraudado tanto que, pese a la seguridad de no querer votar a un PP vendido a los mismos valores que el PSOE, he decidido no dar mi voto a AES. Quiero dudar que el Sr. López Diéguez tenga mala intención, pero me temo que aún está rodeado de algunos criptofascistas dispuestos a mostrar sus verdaderas raíces en cuanto agarren el acta de diputado.

Ricardo Rodríguez
rrarzil32@yahoo.es