Y además me parece bien que se le exija menos. Ana Patricia Botín (en la imagen) lleva 30 años currándose el banco y el Santander sigue teniendo como primer accionista individual -o familiar- a los Botín. Se merece el cargo. Y puede hacerlo muy bien... pero no se le va a exigir más que a un varón.
Dicho esto, los hay que empezamos a estar un poco hartos de las mentiras feministas. Rosa Díez dixit: "Le van a exigir un sobresaliente, en lugar de un notable, por ser mujer". Otras mujeres VIPS de la política y la economía manifiestan tontunas similares. Pues mire usted no. A las mujeres no se les exige más en el mundo empresarial por ser mujeres sino menos: hay durezas que se aplican con los hombres y no con las mujeres. De hecho, se suele exigir más al hombre, aunque el feminismo es especialista en la teoría de la queja.
Cosa distinta es que la mujer tenga que compatibilizar su vida familiar -donde siempre da mucho más que el hombre, por mor de la maternidad-, que encima tiene que compatibilizar con su vida laboral. Esa es la discriminación que sufre la mujer y se compensa con un salario maternal... inexistente en España.
De exigirles más, nada de nada. Y ojalá a Ana Patricia le vaya muy bien en el Santander (hoy Junta de Accionistas). Y estoy seguro de que, si le fuera mal, tiene la suficiente dignidad para no achacar su fracaso al machismo redivivo.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com