La petrolera Shell ganó 8.999 millones de dólares hasta junio, un 25% menos que en el mismo periodo de 2018, por culpa del descenso de los precios del petróleo y el gas, según ha informado la compañía.
El beneficio bruto llegó a los 14.323 millones de dólares, frente a 17.977 millones de dólares en los primeros seis meses del año pasado -un 20,3 % menos-, mientras que la facturación fue de 174.278 millones de dólares, un descenso del 6,30%.
Además, en el segundo trimestre, la petrolera anglo-holandesa ganó 2.998 millones de dólares, un 50% menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior, por las mismas razones.
El consejero delegado, Ben van Beurden, destacó que en el segundo trimestre la petrolera ha logrado "un buen rendimiento en liquidez de caja, a pesar de la volatilidad de los ingresos" y "difíciles condiciones macroeconómicas en el refinado y los químicos y precios inferiores del gas".