Se han producido ya al menos 500 casos en un año y medioEn Pakistán, van ya al menos 500 casos confirmados, en un año y medio, de chicas de las minorías religiosas, cristianas e hindúes, secuestradas por musulmanes y obligadas a contraer matrimonio por el rito islámico. Lo denuncia un foro compuesto por las Ong paquistaníes 'Human Rights Focus Pakistan' (HRFP), 'Global Human Rights Defense' (GHRD) y 'Coalition for the Rights of Minorities, Pakistan' (CRMP), informa Fides.
Naveed Walter, presidente de HRFP, explica que la mayor parte de los casos denunciados a partir del 2014 y en los primeros meses del 2015 se han verificado, en un 70%, en la provincia del Punjab. Además, dice, hay que considerar los muchos otros casos que no son denunciados por miedo a la venganza.
Las Ong han pedido al gobierno provincial de Punjab y al federal iniciar acciones concretas para controlar y detener el fenómeno, que es un abuso grave de los derechos individuales. Naveed Walter condena "la reticencia de las autoridades gubernativas a limitar esta forma de violencia contra las minorías religiosas".
El foro recuerda los casos de Rinkle Kumari en la provincia del Sindh, de Poonam Kumari y Payal Kumari en la del Baluchistan, de Saba Waris, Hina y muchas otras en Punjab. "Con demasiada frecuencia, prevalece la cultura de la impunidad hacia los responsables de secuestros, conversiones forzadas y matrimonios forzados", se afirma. El foro pide la creación de un equipo especial de magistrados, policías y funcionarios públicos que se encargue de supervisar, informar y actuar con prontitud cuando ocurren casos como estos.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com
Naveed Walter, presidente de HRFP, explica que la mayor parte de los casos denunciados a partir del 2014 y en los primeros meses del 2015 se han verificado, en un 70%, en la provincia del Punjab. Además, dice, hay que considerar los muchos otros casos que no son denunciados por miedo a la venganza.
Las Ong han pedido al gobierno provincial de Punjab y al federal iniciar acciones concretas para controlar y detener el fenómeno, que es un abuso grave de los derechos individuales. Naveed Walter condena "la reticencia de las autoridades gubernativas a limitar esta forma de violencia contra las minorías religiosas".
El foro recuerda los casos de Rinkle Kumari en la provincia del Sindh, de Poonam Kumari y Payal Kumari en la del Baluchistan, de Saba Waris, Hina y muchas otras en Punjab. "Con demasiada frecuencia, prevalece la cultura de la impunidad hacia los responsables de secuestros, conversiones forzadas y matrimonios forzados", se afirma. El foro pide la creación de un equipo especial de magistrados, policías y funcionarios públicos que se encargue de supervisar, informar y actuar con prontitud cuando ocurren casos como estos.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com