Sobre todo en el caso de los extranjeros no acompañados, según el Servicio Jesuita a Migrantes. Con motivo de la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado, la Campaña Hospitalidad de las obras sociales de la Compañía de Jesús (Entreculturas, Servicio Jesuita a Migrantes, ALBOAN y Fundación Hogar de San José) denuncia las dificultades añadidas que sufren los jóvenes extranjeros no acompañados. El Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) ha detectado casos de jóvenes a los que, una vez acabada la tutela pública durante su minoría de edad, no se les tramita la autorización de residencia a la que tienen derecho o no se les entrega la tarjeta de residencia tramitada. Además, se les deniega el acceso a sus expedientes y datos personales que les permitirían regularizar su situación una vez alcanzada la mayoría de edad. Son jóvenes extutelados a los que la falta de documentación les deja en una situación de gran vulnerabilidad: no pueden regularizar su situación, ni trabajar legalmente, ni acceder a recursos y mecanismos de protección social, viéndose condenados a menudo a permanecer sin domicilio fijo. Igualmente, el SJM denuncia otros casos de vulnerabilidad: menores internados en CIE (7 en 2015), menores refugiados separados de sus familias en Melilla, internados en centros de protección en espera de los resultados de las pruebas de ADN que confirmaran la relación paterno-filial; o que han sufrido deficientes condiciones de alojamiento hasta poder pasar a centros de acogida de refugiados en la Península. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com