El Índice de Precios de Consumo (IPC) subió en febrero una décima su tasa interanual, hasta quedarse en el 1,1%, según los datos definitivos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
A ello ha contribuido el encarecimiento de las gasolinas y de determinados alimentos, como las legumbres y hortalizas.
En términos mensuales, el IPC creció un 0,2% en febrero por la subida de precios del transporte (+1,5%) por las gasolinas; de los hoteles (+0,5%) por los servicios de alojamiento; del ocio y la cultura (+0,7%) por los paquetes turísticos, y de los alimentos (+0,3%) por el encarecimiento de las frutas y las legumbres y hortalizas.
La inflación subyacente, que no incluye los precios de los productos energéticos ni de los alimentos no elaborados, disminuyó una décima en febrero, hasta el 0,7%, su tasa más baja desde julio de 2016. De esta forma, la subyacente se sitúa cuatro décimas por debajo de la tasa de IPC general.
Mientras que el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa anual en el 1,1%, una décima más que en enero.