Se trata de “road movie” (película de carretera) que narra la historia de un viaje, en él se embarcan  dos hombres, desconocidos hasta el momento, para encontrar una grulla, al parecer bastante extraña de localizar, y lo que descubren son los errores de sus vidas, mientras repasan lo que han sido sus relaciones, su familia y cómo el tiempo ha jugado sus cartas.

Nunca es tarde para replantearse la vida y para una segunda oportunidad, incluso si se ha pasado de los 50 años. De ahí que Pájaros es agridulce pero de contenido optimista

Dos grandes de la interpretación española; Javier Gutiérrez y Luis Zahera (este ganador de la Biznaga de plata a mejor actor en el reciente Festival de Málaga) dan la talla  en este relato que se apoya en su buen trabajo. Ambos tienen química y forman un buen equipo encarnando a Colombo, un buscavidas que complementa su pequeño sueldo en un garaje trapicheando con marihuana y a Mario, un tipo singular y amante de las aves, que un día aparece por su garaje y le contrata de chófer para que le lleve a ver grullas en la Costa Brava. Ahí empezará una aventura emocionante.

Pau Durá ha dirigido y escrito esta su tercera película, rodada en tan solo ocho semanas en diversos puntos de Cataluña y la geografía europea, recalando en Italia y Rumanía hasta llegar a Constanza, a orillas del Mar Negro. Todo ello dentro de un relato que rezuma ternura, quizás porque las historias de perdedores son bastante más creíbles que las de triunfadores. Dos hombres semejantes en una faceta: han obrado erróneamente en su pasado y quieren remediarlo de alguna manera.

Eso si, como suele ocurrir en el cine español, tiene un mal endémico: un lenguaje plagado de tacos innecesarios

Para: los que les gusten las buenas propuestas de cine español.