El actor y ahora también director Juan Diego Botto apuesta por el cine social en un relato compuesto por tres historias entrelazadas sobre familias que intentan mantenerse a flote a pesar de las circunstancias económicas adversas en las que viven.

Rafa es un abogado activista que descuida su vida personal por su compromiso social. Azucena es una mujer que vivirá uno de los días más estresantes de su existencia cuando se encuentra a tan sólo 24 horas de perder su casa  y Teodora es una mujer mayor que intenta que su hijo vuelva a tener relación con ella a pesar de unos errores pasados que les han cambiado la vida a ambos. Precisamente esta última subtrama, que tiene como protagonista a la actriz Adelfa Calvo, es la más conseguida de las tres y la que provoca más emociones porque la veterana interprete hace un trabajo fabuloso, encarnando a una de esas madres cariñosas y pacientes que siempre han vivido pendientes de sus seres queridos. Porque si algo ha hecho bien Juan Diego Botto, en esta su primera película como director en la que también se ha reservado un papel secundario, es lograr que el espectador sienta empatía por los perdedores que protagonizan este drama, buceando en cómo la crisis económica afecta a las relaciones familiares y personales.

Con este film Botto pretende denunciar y poner rostro a algunas estadísticas dramáticas sobre desahucios en nuestro país, porque aporta la cifra de que en España se producen 41.000 al año, más de 100 desalojos al día. La carga ideológica de la película radica en que en todos los desahucios de este filme los responsables son los bancos, a los que culpabiliza de todo. Cuando algunos de ellos son de okupas que han usurpado ilegalmente la propiedad de particulares, que se las ven y se las desean para recuperar sus viviendas.

Penélope Cruz es una de las productoras de este largometraje, además de protagonista de una de las historias. No es su mejor interpretación, entre otras cuestiones porque como le ocurrió hace años en la película italiana No te muevas, han cargado las tintas en su maquillaje y peinado, además de estar muy histriónica en su papel.

No me cabe duda que, por su temática, esta historia de contenido reivindicativo será una de las películas nominadas este año a los Goya.

Para: los que vean cine español de contenido social aunque sea ideologizado.