Seguimos con el Universo imaginado por J. K. Rowling. Se trata de la tercera entrega de la saga que es precuela temporal de las protagonizadas por Harry Potter, tras: Animales fantásticos y dónde encontrarlos (2016) y Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald (2018). El cambio más llamativo con respecto a la anterior es la sustitución del actor Johnny Depp por el magnífico interprete danés Mads Mikkelsen, para encarnar al malvado Gellert Grindelwald.

Mejor construida narrativamente que sus dos antecesoras, debido a la colaboración del solvente Steve Kloves, coguionista de todas las entregas de Harry Potter, su aportación se nota fundamentalmente en que es menos confusa en su desarrollo y que ahora Newt Scamander, ese joven experto en capturar y proteger criaturas fantásticas, cede protagonismo a Albus Dumbledore, interpretado nuevamente por Jude Law.

El argumento es continuista con respecto a la anterior, porque tras ser absuelto de sus crímenes Gellert Grindelwald  sigue con su obsesión de eliminar a los que son diferentes a ellos, a los muggles, por lo que intentará hacerlo convirtiéndose en el líder del mundo mágico. El único que puede frenar a este individuo tan peligroso es el profesor Albus Dumbledore, pero este no puede hacerlo directamente puesto que, en su juventud, hizo un pacto de sangre con Gellert que les impide enfrentarse directamente. Por ese motivo formará un equipo bastante singular con Newt Scamander al mando.

 Con unos efectos visuales fantásticos, que sirven para ilustrar de forma espectacular algunas escenas de acción, no obstante las secuencias más afortunadas de la película son aquellas en las que Scamander ejerce de Magizoólogo  y donde vuelven a aparecer algunas de sus mascotas favoritas. Es antológica la que transcurre en una angosta prisión.

Un apartado importante del film es el pasado que atormenta a Dumbledore, si en Animales fantásticos: los crímenes de Grindelwald se insinuaba veladamente la relación homosexual del famoso mago con el malvado, “fuimos algo más que hermanos”, en este entrega se hace especialmente hincapié en ella y sobre ella pivota parte de la trama.

Película oscura como las dos anteriores, y para un público más adulto que las de Harry Potter, este aspecto todavía se acentúa más por la gran actuación del mencionado Mads Mikkelsen, un villano de campanillas.

David Yates ha estado acompañado de su equipo técnico habitual donde destaca, por ejemplo, el trabajo del montador, Mark Day o el impresionante diseño de producción. Sin olvidar la banda sonora, obra del genial compositor James Newton Howard.

Para: los que les gusta esta saga, de argumento mucho más oscuro y embrollado que la de Harry Potter.