El capitan de corbeta, Rafael Acosta
La Fiscalía General de Venezuela dijo el lunes que dos oficiales fueron imputados por homicidio en el caso de la muerte de un militar, cuya familia denuncia que falleció el fin de semana a consecuencia de torturas, informa Reuters.
Tarek Saab, fiscal general, agregó en su cuenta de Twitter que los uniformados, quienes formaban parte del servicio de contrainteligencia, fueron acusados de “homicidio preterintencional” por un tribunal que solicitó su arresto.
Waleswka Pérez, esposa del capitán de corbeta de la Armada, Rafael Acosta, pidió a las autoridades venezolanas la entrega del cuerpo del oficial para que un grupo independiente de la ONU haga un examen forense. “Exijo justicia”, añadió.
Pérez había denunciado el sábado que su marido sufrió torturas en la semana que estuvo detenido y un juez ordenó su traslado a un centro asistencial en el complejo militar de Fuerte Tiuna en Caracas cuando el uniformado llegó al juzgado en silla de ruedas, pocas horas antes de fallecer.
El Ministerio de la Defensa apuntó en un comunicado que el oficial detenido “se desmayó” antes de iniciar la audiencia ante un juez militar el viernes.
El Ministerio de la Defensa apuntó en un comunicado que el oficial detenido “se desmayó” antes de iniciar la audiencia ante un juez militar el viernes
Diosdado Cabello, vicepresidente del partido de gobierno, señaló sobre la muerte del militar, que el caso corresponde al Ejecutivo nacional y agregó que los organismos del país pueden efectuar la investigación, en respuesta a las peticiones de que la indagación sea independiente.
“Aquí hay organismos de seguridad que están investigando. Venezuela no es un país tutelado”, señaló el segundo hombre fuerte del gobierno.
La muerte del uniformado, de 50 años, causó la condena de distintos gobiernos de la región.
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dijo el lunes en un comunicado que las autoridades debían realizar una investigación independiente y transparente para que los responsables de la muerte del militar sean llevados a la justicia.
La Unión Europea pidió también el lunes una investigación independiente en torno a la muerte del capitán, sumándose a decenas de países en América que integran el Grupo de Lima, que repudiaron “las continuas prácticas de detenciones arbitrarias y torturas” contra opositores en el país sudamericano.
El cuerpo de Acosta permanecía hasta la tarde del lunes en una morgue en Caracas, según el abogado de la familia.
“No hay duda alguna que fue víctima de torturas por parte de los organismos de inteligencia durante su detención”, dijo el abogado Alonso Medina Roa, quien agregó que el oficial alarmó al juez cuando llegó al tribunal en silla de ruedas, sin ninguna capacidad motora y con muchos moretones.
Al momento de su detención el 21 de junio, el oficial corrió para intentar escaparse, según el acta policial que leyó su abogado.
Medina agregó en Twitter que al imputarse homicidio a los dos detenidos “se ignoran los delitos previstos en la Ley Contra la Tortura” y con ello se busca evitar que sus superiores tengan alguna responsabilidad en estos hechos.
E incluso nos lo podemos creer.