- Los alemanes se niegan a reflotar a la banca italiana con dinero público.
- Y el caso italiano es la punta de iceberg de un negocio que ya no es negocio, con tipos al cero por ciento.
- En la misma línea, el Deutsche Bank pide 150.000 millones de euros para rescatar a toda la banca europea.
- Y todo, en el momento de poner en marcha el Mecanismo Único de Resolución.
Mucho se está hablando últimamente de la banca italiana, y no precisamente para bien. Ni siquiera lo oculta el primer ministro, Mateo Renzi. "El hecho de no haber intervenido en la banca entre el 2011 y el 2013, cuando aún se podía hacer, ha sido un error", afirmó el lunes.
El asunto es serio y los dos partidos que sustentan el Gobierno de Ángela Merkel no han tardado en responder: "Las reglas para la liquidación ordenada y la reestructuración de los bancos en crisis deben ser también respetadas por el Gobierno italiano", aseguró Joachim Pfeiffer, portavoz parlamentario de Economía de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido de Merkel.
Lo peor y más preocupante es que el caso italiano es sólo la punta del iceberg de un negocio que ya no lo es, con tipos de interés al cero por ciento.
En esta misma línea, el economista jefe del Deutsche Bank, David Folkerts-Landau, ha propuesto inyectar 150.000 millones de euros para recapitalizar toda la banca europea. Italia se llevaría unos 40.000 millones.
Y todo ocurre en el momento de poner en marcha el Mecanismo Único de Resolución (MUR), previsto para evitar, precisamente, el rescate bancario con dinero público. Porque les voy a contar un secreto: la banca europea está quebrada.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com