Sacar adelante la Ley Trans es uno de los objetivos que se ha fijado Irene Montero para esta legislatura. Esta semana su ministerio de Igualdad ha abierto la consulta pública para la elaboración de la Ley para la Igualdad Plena y Efectiva de las Personas Trans que recoge, entre otras propuestas, el derecho a la "autodeterminación de género". Es decir, que las personas podrán cambiar registralmente su sexo en el DNI a través de una mera "declaración de la propia identidad sentida". La nueva legislación implica además que los menores de edad puedan rectificar el sexo en el Registro Civil sin el consentimiento de sus padres. Además, según publica El Español, la ley también plantea el derecho al acceso a intervenciones quirúrgicas y a tratamientos de hormonización sin necesidad de requerir autorización judicial o administrativa. 

Numerosas asociaciones feministas han criticado estas medidas y la repuesta de la ministra de Igualdad ha sido no reunise con estas asociaciones que llevan desde julio queriendo exponer sus argumentos por los que consideran que la Ley Trans es perjudicial para los derechos de la mujer. Por ejemplo, la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres, integrada por una amplia red de asociaciones feministas, denuncia que Montero está intentando introducir "posiciones acientíficas" en la legislación apoyadas en "la falacia de que la realidad biológica es elegible y que ser hombre o mujer es sólo una cuestión de sentimientos". Y es que las feministas ortodoxas entienden que "el género se impone y el sexo es una realidad material y en ella se basa la jerarquía que nos divide y que nos oprime a las mujeres". Es decir, que si no existe la mujer, tampoco existen los derechos de la mujer. 

El trámite de consulta pública previa a la elaboración del proyecto normativo acepta aportaciones hasta el 18 de noviembre. Un plazo que, según denuncian las asociaciones feministas, es "menor al habitual": "No les interesa dar tiempo para que puedan aportar las organizaciones feministas", critican. 

Por otra parte, un total de 25 asociaciones se han integrado en la plataforma Confluencia Movimiento Feminista , también crítica con la Ley Trans de la ministra de Igualdad, con la que buscan frenar las leyes "que pretenden consagrar la autodeterminación del sexo en el sistema jurídico español": "Somos una suma de organizaciones feministas de largo recorrido y otras más jóvenes a nivel estatal", explican a Vozpópuli fuentes de la Confluencia Movimiento Feminista. "Nos hemos unido con el propósito de frenar urgentemente las iniciativas normativas que pretenden consagrar la autodeterminación del sexo en el sistema jurídico español y que socavan los derechos de las mujeres basados en el sexo".