- La inmobiliaria propone a los acreedores salvar la deuda mediante la entrega de lotes de activos por sorteo.
- Los activos de los que dispone están valorados en 1.474,36 millones y su deuda total suma 3.978 millones.
- La 'factura' pendiente con Hacienda asciende a 400 millones y se plantea llegar a un acuerdo unilateral.
- La salida adelante de Reyal depende de los bancos, que tienen de plazo hasta el 13 de marzo para contestar.
La inmobiliaria
Reyal Urbis, que preside
Rafael Santamaría (
en la imagen) quiere evitar su
liquidación. Ha presentado con ese objetivo una propuesta a los
acreedores, fundamentalmente bancarios, con la que pretende salvar su verdadero lastre, una
deuda de casi 4.000 millones de euros. La propuesta, conocida este viernes, la ha entregado ante el
Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid.
Hispanidad ya explicaba en diciembre cómo
los bancos se han cansado de inmobiliarias como Reyal o Martinsa-Fadesa, también en situación crítica. La entidades financieras, dicho de otro modo, no quieren ni oír hablar de recapitalizaciones. Son más partidarias del cierre o de dejarlas caer. Y tiene una lógica: han provisionado los riesgos durante estos años y están dispuestos a aflorarlos, a contabilizar las pérdidas.
Reyal Urbis está en
concurso de acreedores desde febrero de 2013 y si no cambian mucho las cosas acabará en
liquidación. ¿Cómo convencer a los bancos?: ahora les plantea salvar la deuda mediante la entrega de lotes de
activos por sorteo, según informa
Europa Press, aunque, ojo, eso supone en la práctica un
quita del 80% debido al valor actual de esos activos. Los acreedores tienen de plazo hasta el 13 de marzo para decir al juez si aceptan o rechazan la propuesta.
Si Reyal Urbis supera la situación pasará, en cualquier caso, a ser una inmobiliaria anecdótica, con pocos activos y una deuda que pueda digerir. Fue, es cierto, una de las estrellas del sector inmobiliario, de la mano del
Santander, pero su situación se complicó con la
crisis del ladrillo. Como Reyal ya no podía pagar, el
Santander asumió la gestión. La valoración de
activos de la inmobiliaria es de 1.474,36 millones de euros, tiene un
agujero patrimonial de 2.500 millones y una deuda total de 3.978 millones. La salida de Reyal ahora depende de la respuesta de los bancos.
La inmobiliaria de Rafael Santamaría tiene, además, una deuda con
Hacienda, de 400 millones. Para salvar ese escollo se plantea llegar a un acuerdo unilateral pero con otra fórmula a la empleada con los bancos.
El caso Reyal Urbis, en cualquier caso, es un desastre más dentro de una tendencia en el
sector inmobiliario español, en el que las
sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria (socimis) han tomado el 'testigo' frente al 'naufragio' de las inmobiliarias.
Rafael Esparza
rafael@hispanidad.com