- ¿La causa? Las menores plusvalías generadas por ventas de activos financieros.
- En cuanto al empleo, se produjo un incremento del 1,5%, un porcentaje ligeramente inferior al del año previo.
- La rentabilidad aumenta una décima, al 3,2%, por la buena evolución de los beneficios ordinarios.
El resultado de las
empresas no financieras experimentó una caída del 28% en el
primer trimestre del año en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior debido a las menores plusvalías generadas por ventas de activos financieros, según el
Banco de España.
En todo caso, de no contabilizarse estas plusvalías, el resultado ordinario neto habría aumentado un 10,9%
en el primer trimestre del año en términos interanuales gracias entre otras cosas a la evolución favorable de los ingresos financieros y, en concreto, a los mayores dividendos percibidos. También se produjo un descenso en los costes de financiación.
El Banco de España destaca que la actividad productiva de las empresas incluidas en la Central de Balances Trimestral experimentó un avance "moderado" en el primer trimestre, similar al del mismo periodo del ejercicio anterior.
La evolución se vio condicionada por el comportamiento negativo de algunas compañías de gran dimensión con peso elevado en la muestra utilizada por el Banco de España, lo que atenuó la evolución expansiva del conjunto de las empresas. Las compañías con evolución negativa pertenecen sobre todo al sector de la energía.
Durante el primer trimestre, el valor añadido bruto (VAB) del conjunto de la muestra de empresas aumentó un 1,1% en términos nominales en comparación con el mismo período de 2016, tasa muy similar a la registrada un año.
Si se excluyen las empresas del sector energético, caracterizadas por su peor comportamiento durante el trimestre, el VAB creció un 4,6%,
muy por encima del incremento del 1,8% registrado por este mismo agregado el año anterior.
En cuanto al
empleo, durante el trimestre se produjo un incremento del 1,5%, un porcentaje ligeramente inferior al del año previo, cuando esta variable experimentó un incremento del 1,7%. Por tipo de contrato, siguió siendo el temporal el que creció con más fuerza, un 8,1%, mientras que el fijo avanzó muy moderadamente, un 0,3%.
En cuanto a la
rentabilidad de las empresas, la buena evolución de los beneficios ordinarios permitió que esta ratio aumentara una décima, hasta el 3,2%, mientras que la de los recursos propios se incrementó medio punto, hasta el 3,9%, respecto al nivel alcanzado un año antes.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com