- El resultado neto ajustado crece un 27%.
- El refino, antes despreciado, se convierte ahora en pieza clave de la cuenta de resultados.
- Caen los ingresos por exploración y producción. En 2015 habrá que encajar la pieza Talisman, que puede modificar el balance de la petrolera española.
- La empresa que preside Antonio Brufau sigue siendo generosa con sus accionistas a la hora de dividendar.
Hablar de Repsol, que preside Antonio Brufau, es hablar del precio de la gasolina, y parece que en el momento actual no es un tema para hacer amigos, sobre todo el día que llenamos el depósito de nuestro coche… a pesar de la bajada. Resulta difícil explicar que en un escenario complejo Repsol, la vilipendiada Repsol por el expurgo de YPF, presente en letras mayúsculas y negrilla un beneficio neto de 1.612 millones de euros, con un resultado neto ajustado, que mide específicamente la marcha de los negocios de la compañía, de 1.707 millones, una mejora del 27%. Y lo hace, en sus propias palabras, a través de un modelo de negocio fuerte con gran capacidad de resistencia ante escenarios adversos, como es la brusca y lamentable caída del precio de crudo, nada más y nada menos que un 48% en un año -igual que la gasolina, la 98 que echo yo- o la interrupción de las operaciones en Libia.
Cierto es que la caída del precio del crudo redujo la valoración de los inventarios al cierre del año, con un efecto negativo en resultado neto de 606 millones, pero cierto también es que la fortaleza de sus negocios y el éxito en la recuperación de la entidad del valor y monetización de la estatizada YPF le han permitido abordar la compra de Talisman Energy por 8.300 millones, duplicando su actividad en explotación y producción. En alguna medida podemos afirmar como nuestro precio de la gasolina permite aportar nuestro grano de arena a la salud de la compañía, lo cual nos debería llenar de orgullo y satisfacción.
Por segmentos de actividad, en el negocio de downstream, la eficiencia de los activos se ha traducido en un crecimiento de los resultados neto ajustados del 111% hasta los 1.012 millones de euros, fundamentalmente por el favorable comportamiento de los márgenes de refino y química, impulsados por las medidas de su plan de competitividad así como por los mayores volúmenes comercializados el incremento de los márgenes de gas en Norteamérica. A este respecto, el sector downstream se refiere a las tareas de refinamiento del petróleo crudo y al procesamiento y purificación del gas natural, así como la comercialización y distribución de productos derivados del petróleo crudo y gas natural.
En el área de upstream -exploración y producción- la entidad ha obtenido un resultado de 589 millones de euros frente a los 980 del ejercicio anterior, debido a Libia y sobre todo a los menores precios de realización del crudo. En este escenario, la producción media de hidrocarburos aumentó un 2,5%, hasta los 354.500 barriles equivalentes de petróleo al día, cifra que habría sido del 8% sin la interrupción de la actividad en Libia, lo que determina el importante riesgo político y país al que se somete la entidad. Las reservas del grupo aumentaron hasta una tasa de reemplazo del 118%, todo ello sobre la base de 12 nuevos descubrimientos, entre los que destacan los conseguidos en Brasil, Rusia y Estados Unidos, y no en Fuerteventura, al menos de momento. Hablamos de una tasa de éxito exploratorio del 35%, lo que deriva en una producción de 32.000 barriles equivalentes de petróleo al día de nueva generación.
La deuda del grupo se ha visto reducida de manera importante, hasta un mínimo histórico de 1.935 millones de euros, que junto con una liquidez acumulada de 9.844 millones de euros, entre los que se encuentran 67,85 euros míos de depósito que llené en Nochevieja, ofrece a la compañía oportunidades de negocio sin procedentes, además de ofrecer a sus accionistas una atractiva remuneración del 12,6% por dividendo que conjuntamente con el comportamiento del valor cotizado aumenta el patrimonio de sus accionistas de manera importante.
No obstante, obviamente yo hoy he llenado mi depósito de gasolina, como se puede apreciar. Sus datos son convincentes, pero yo no estoy convencido.
Rodrigo de Silos