• La multinacional americana vende a domicilio 18.000 alimentos frescos; El Corte Inglés (ECI), 120.000.
  • Hablamos de la batalla por el comercio exprés: Amazon sólo vende productos frescos en Madrid. ECI lo hace en 27 ciudades.
  • Amazon los trasporta en una hora: pero todos envasados. El Corte Inglés, a petición del cliente.
  • En cualquier caso, la lucha por la venta electrónica y el pago electrónico, ha comenzado.
  • Inditex daba un aldabonazo días atrás: pago por móvil.
  • La clave continúa siendo la misma: como combinar lo presencial con lo digital. La respuesta es: ambos a la vez.
  • Por eso, Amazon busca escaparates para otro tipo de productos. Por ejemplo: la ropa.
  • Y por eso tiene tanto miedo a las devoluciones.
No se trata de defender a El Corte Inglés sólo porque sea español. En Hispanidad ya hemos advertido que si no cesa la absurda guerra civil en los grandes almacenes su futuro se presenta de color de hormiga. Ahora bien, molesta el papanatismo español, que ve a la norteamericana Amazon como el paradigma del comercio electrónico y, ahora, como el paradigma de la venta exprés de alimentos frescos. Amazon se ha estrenado en España y todos reverenciamos al gigante americano. Pues miren el cuadro adjunto: Amazon vende 18.000 productos por más de 120.000 que vende El Corte Inglés. Amazon vende en Madrid, El Corte Inglés en 27 ciudades. Amazon en un hora por seis euros, mientras El Corte Inglés (ECI) pide ocho en dos horas. Y ahí, en efecto, la empresa que lidera Dimas Gimeno tendrá que mejorar. Sobre todo porque Amazon lo ofrece gratis a partir de las dos horas. Eso sí, sólo para cliente Premium, esto es para los que pagan 16 euros al año a Amazon, mientras El Corte Inglés es para todos los clientes sin tasa fija anual. Es más, ECI hace productos a medida: la merluza cortada, para entendernos, mientras  que Amazon no puede ofrecer el corte del producto fresco y lo tiene, muy americano, envasado. En definitiva. El producto de El Corte Inglés es mejor y más desarrollado. Pero como Amazon es americano y electrónico… Lo cierto es que hay que tener un soporte logístico muy fuerte. Así como un sistema de pago. Y lo cierto también es que la venta electrónica ideal es aquella que sabe encajar lo presencial y lo digital. Por ejemplo, Amazon tiene grandes problemas cuando se trata de las devoluciones. Porque en ropa, por ejemplo, se devuelven muchos artículos y hay que encontrar escaparates (la gente de Amazon está buscando locales como locos en Madrid y Barcelona) y no en malos locales (no me refiero a la reputación sino a la ubicación). El Corte Inglés o Inditex o Mercadona ya poseen esos locales. Y luego está el sistema de pago. Inditex daba el aldabonazo al anunciar que, en breve en todas sus tiendas se podrá pagar con el móvil, a la coreana, el país más adelantado del mundo en materia de consumo. Pues bien, en El Corte Inglés lo hacen mediante un concierto con Samsung e intentan validar el sistema de pagos con su tarjeta. Ahora bien, aquí el futuro parece estar no en  la tarjeta, sino en el móvil como instrumento propio de pago. El móvil terminará con las tarjetas, aseguran los expertos, que siempre se equivocan pero nos olvidamos de recordárselo. En cualquier caso, Amazon hace en España lo que ya hacía El Corte Inglés y otras firmas españolas, más y mejor. Pero nuestro paletismo nos hace encumbrar lo de fuera y asfixiar lo nuestro. España es diferente. Es decir, más tonta y más cainita. Eulogio López eulogio@hispanidad.com