- Este espacio céntrico de Madrid está lleno de mendigos, mafias rumanas, etc., es lugar de botellón y soporta bastante tráfico.
- Los vecinos se quejan no sólo de suciedad (no se limpia a diario), sino también de inseguridad.
- La alcaldesa propone una remodelación popular: la gente puede votar los 70 proyectos hasta el 28 de octubre.
- Mientras, el expropietario del Edificio España, Wang Jianlin, repite como el chino más rico del mundo.
El actual panorama de la
Plaza de España de Madrid se podría calificar como otro 'éxito' de la alcaldesa de la capital,
Manuela Carmena. Y es que primero se ha apostado por dejar que la
degradación del lugar sea la tónica dominante, para después acometer una gran
reforma.
Paradójicamente, este espacio céntrico de Madrid es bastante visitado por los turistas. Es muy habitual encontrarles haciéndose fotos con el monumento a
Cervantes durante el día, pero cuando empieza a caer la tarde, el lugar se convierte en poco recomendable: está lleno de
mendigos e incluso pueden verse a
mafias rumanas que pueden resultar peligrosas. Por si todo esto fuera poco, la zona se ha convertido en lugar de
botellón de diversas tribus urbanas y además hay bastante
tráfico.
Los vecinos se quejan no sólo de
suciedad, pues la zona no se limpia a diario (aunque últimamente el tema de la falta de limpieza es una constante en las calles de Madrid). Pero también está el problema de la
inseguridad, mucho más grave, y no se suele ver mucho a la policía.
Sin embargo, este escenario
no parece preocupar demasiado a la alcaldesa, que centra todos sus esfuerzos en la
remodelación popular. Y es que la gente puede votar entre los 70 proyectos presentados hasta el 28 de octubre.
De esta manera, Carmena elude el verdadero problema que sufre Plaza de España:
la degradación social, que no se soluciona con más espacios verdes. La abundancia de mendigos y mafias se podría atajar con asistencia social, más plazas en albergues y mayor presencia policial.
Mientras, el expropietario del Edificio España,
Wang Jianlin, repite como el chino más rico del mundo. Aunque su fortuna, estimada en unos 28.600 millones de euros, es un 2% inferior a la de hace un año. Quizá en la diferencia haya tenido algo que ver su 'fracaso' con el
Edificio España: el hecho de que fuera un edificio histórico puso muchos impedimentos a su remodelación y finalmente, decidió darle el pase y ponerle a la venta. El nuevo dueño es el empresario murciano
Trinitario Casanova, del grupo Baraka, que aspira a abrir un
hotel de lujo y un centro comercial.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com