• El hombre que puso entre las cuerdas a Antonio Brufau podrá ahora invitarle a café.
  • Las causas de su cese son dos: la mala marcha de Pemex y su presencia en OHL México.
  • El caso es que los comentarios de Lozoya llegaron a oídos de la residencia presidencial Los Pinos y Peña Nieto se ha sentido ofendido.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto se ha sentido ninguneado tras conocer las conversaciones de varios funcionarios, conocidas a raíz del caso de las concesiones de OHL México. Y, miren por dónde, uno de los protagonistas de esas conversaciones es Emilio Lozoya (en la imagen), ex consejero de la filial del grupo Villar Mir y hasta hace poco, director general de Pemex. Efectivamente, Peña Nieto se ha sentido ofendido por Lozoya, lo que ha facilitado su cese al frente de la petrolera pública mexicana. Cese que ha justificado por la mala gestión de Lozoya que no ha sabido pilotar con éxito la compañía en un entorno económico muy complicado. Pero el futuro de este economista y político no pinta nada mal. Y es que el 'castigo' que le ha impuesto Peña Nieto es la embajada de México en España. Lo cierto es que a lo largo de su trayectoria profesional, Lozoya ha mantenido diversos contactos con empresas españolas. Al ya mencionado cargo de consejero del OHL México, Lozoya une el trato que mantuvo con Repsol, de la que Pemex tenía alrededor del 5%. Famosas (y sonoras) fueron las críticas de Lozoya a la gestión de Antonio Brufau al frente de Repsol. Seguro que el directivo español ya está esperando la invitación del mexicano para tomar un café. Aunque parezca mentira, hubo un día en que Brufau y Lozoya se llevaron bien. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com