• Francisco, entre Egipto y Portugal. Todo empezó en Fátima, hace 100 años
  • Y allí terminará la modernidad.
  • En Egipto comenzó la predicación cristiana y con Fátima terminará la nueva era del martirio.
El Papa Francisco viene de Egipto y acudirá a Fátima. Sus viajes son más cortos que los de Juan Pablo II o Benedicto XVI pero acierta en sus destinos. En Egipto ha vivido la persecución a los cristianos a lo oriental, a lo bestia, y les pide a los musulmanes que dejan de matar en nombre de Dios. La única radicalidad es la del amor, dice Francisco. Y dice bien. El Papa Francisco tan sólo estará en Fátima 24 horas, a repartir entre los días 12 y 13 de mayo, aniversario de las apariciones, justo cuando se cumplen 100 años de las mismas. Hay que recordar el texto de la Sagrada Congregación para la doctrina de la fe sobre el mensaje de Fátima de 26 de junio de 2000. Para los morbosos, la explicación de Juan Pablo II y luego de Benedicto XVI no acabó de convencer. Lógico: esperaban que los secretos de Fátima explicaran el futuro. Lógico que así no entiendan nada. Lo cierto es que hoy vivimos una persecución cruenta, en Oriente, y una persecución, por el momento incruenta, en Occidente. En Oriente son los musulmanes o los hindúes quienes asesinan a los cristianos. Egipto, el país por donde empezó la evangelización por el sur, no se ha escapado a la furia musulmana, tras la estúpida primavera árabe de Barack Obama, que acabó en los Hermanos Musulmanes y en el golpe de Estado de Al Sisi. Tras la necedad progre de Obama, Egipto será tumba de cristianos. Y ahora a Fátima. Hace 100 años, las apariciones de la Virgen María iniciaban la etapa final del era moderna, etapa de modernismo, progresismo y demás necedades. Las apariciones coincidieron con la revolución de octubre y sorprende los avisos de Santa María sobre los efectos del comunismo, que luego se cumplirían con dolorosa exactitud. La etapa final de la modernidad es época de martirio, que acabará por recordar aquella frase, en el lecho de muerte, de Gilbert Chesterton: ahora todo está claro entre la luz y la oscuridad, y cada cual debe escoger. Y no se crean: ha costado mucho aclarar las cosas. Es la etapa final de una era desgraciada, llamada modernidad. El 13 de mayor de 2017 cumple un siglo, allá en Fátima. Fátima, 1917: ahora todo está claro entre la luz y la oscuridad… y cada cual debe elegir. Ya no es posible postergar la decisión. Eulogio López eulogio@hispanidad.com