• El exministro lanza la campaña contra la validez del sucesor, Juan Villar Mir de Fuentes y también aprovecha las cuitas judiciales del yerno, Javier López Madrid.
  • Mientras, Villar Mir continúa testarudo: se niega a vender Abertis pero sí vende Colonial, tras una ampliación de capital que no ha gustado a nadie.
  • Y la familia, al borde del motín para que deje paso a su hijo.
No, las aguas no están tranquilas en casa Villar Mir. De un tiempo a esta parte el ambiente se ha enrarecido. Y todo, en gran medida, porque el patriarca, Juan Miguel Villar Mir, no ha sabido –y no ha querido- dar el pase a su primogénito, Juan Villar Mir de Fuentes. Ahora bien, todo se ha precipitado con la entrada en el grupo de Josep Piqué (en la imagen, junto a Juan Miguel Villar Mir). Como recordarán, el exministro de Aznar fue nombrado consejero delegado de OHL –el puesto no existía hasta ese momento- en septiembre de 2013. Piqué lo tiene claro: quiere ser el sucesor de Villar Mir y controlar el grupo. Los hijos, claro está, se oponen. Pero Piqué va paso a paso, partido a partido. De momento, el exministro de Aznar está convenciendo a propios y extraños de que el mayor de los Villar Mir de Fuentes no está capacitado profesionalmente para asumir las riendas del grupo. El que vale es él. Y para que el camino esté aún más despejado, aprovecha las cuitas judiciales del yerno, Javier López Madrid, para eliminarlo de la carrera sucesoria. Mientras, el patriarca de la familia continúa en sus trece. Testarudo como el que más, Villar Mir se niega a vender la participación de Abertis. En su lugar, ha decidido vender el 10% de Colonial por 178,6 millones de euros, esto es, con un descuento del 6,7% sobre el precio del cierre del miércoles, según la información remitida este jueves por la compañía a la CNMV. Todo, para hacer frente a la macro ampliación de capital de OHL, (1.000 millones de euros) que anunció a finales de julio y que viene precedida por un período en el que el grupo ha aumentado peligrosamente su apalancamiento, por mucho que Villar Mir asegure que no es cierto. En cualquier caso, la ampliación no gusta a nadie. Tampoco a los minoritarios, como dejaron bien claro en la junta extraordinaria celebrada esta semana con el objetivo de aprobarla. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com