• El bien común, ha recordado monseñor Luis Sako, debe primar en la construcción del nuevo Irak por encima de cualquier veneno de división.
  • Los cristianos celebraron la liberación de la población cristiana de Qaraqosh, en la llanura de Nínive.
  • Mientras, el Pentágono confirma que la cúpula del Estado Islámico en Mosul abandona la ciudad.
La cúpula del Estado Islámico (EI) en Mosul, Irak, está abandonando la ciudad, al tiempo que se recrudece la ofensiva de las fuerzas iraquíes y kurdas para recuperarla, ha informado el Pentágono, según agencias. El comandante de la operación estadounidense contra el EI en Irak y Siria, el general de división Gary J. Volesky, ha asegurado en una teleconferencia desde Bagdad que hay "indicaciones de que los líderes han abandonado (...) Hemos visto movimiento de salidas desde Mosul. Adónde van, de eso ya se ocuparán nuestros soldados que marcan los objetivos", ha dicho Volesky, Mientras, las fuerzas iraquíes y sus milicias aliadas -los peshmerga, fuerzas de seguridad kurdas-  anunciaron este miércoles la liberación de seis localidades ubicadas al sur de Mosul, tras expulsar de las mismas al grupo yihadista Estado Islámico, informa Europa Press. Uno de los primeros territorios liberados ha sido el de la población cristiana de Qaraqosh, en la llanura de Nínive. En la tarde del lunes entraron las primeras unidades del Ejército iraquí a los barrios de Qaraqosh, también conocida como Bajdida. La noticia no tardó en llegar a Erbil, capital del Kurdistán iraquí, donde la comunidad cristiana allí desplazada (unas 40.000 personas) celebró una vigilia para dar gracias a Dios por la expulsión de los seguidores del «califa», informa ABC. Los cristianos han festejado la liberación con cantos, bailes y celebraciones de la eucaristía en acción de gracias. El Patriarca caldeo Louis Raphael Sako ha hecho un llamamiento a afrontar esta liberación con un espíritu de reconciliación y con "responsabilidad histórica, nacional y moral, en orden a la construcción de unas relaciones internas y externas equilibradas y estables". El jefe de la principal comunidad cristiana del país ha pedido que se eviten todos los actos contrarios a la reconciliación y a la paz. El bien común de Irak, ha recordado monseñor Luis Sako, debe primar en la construcción del nuevo Irak por encima de cualquier veneno de división, recoge COPE. Recordemos que cuando el Estado Islámico invadió Mosul y la llanura de Nínive, unos 120.000 cristianos tuvieron que huir, de los cuales unos 40.000 se encuentran en Erbil y el resto diseminados por ciudades como Duhok y otras e incluso en el extranjero. El Patriarca caldeo Louis Raphael Sako (en la imagen) dijo a AIN que ciertamente será necesario reconstruir viviendas e infraestructuras, pero "antes de regresar para restituir una vida nueva a nuestra queridas y amadas ciudades" será necesario "remover un gran obstáculo. Este obstáculo es un enemigo astuto, que está oculto bajo tierra y muchas veces incluso en los objetos mismos de uso cotidiano". Se trata de las minas, que han sido dejadas por el Estado islámico en la Llanura del Nínive de donde tuvieron que huir miles de familias cristianas. Reconstruir viviendas, iglesias y hospitales puede ser fuente de gran "satisfacción" para una vida que vuelve a la normalidad después de la devastación perpetrada por el Estado Islámico. "Debemos afrontar seriamente la etapa post-Daesh y planificar la vuelta a la vida de esta llanura fértil y antigua". José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com