Parece que habrá más problemas para pagar las pensiones, después de que el Pacto de Toledo sellara su recomendación de revalorizarlas en base al IPC. Y es que este indicador ha subido un 2,3% en septiembre, según ha confirmado el Instituto Nacional de Estadística (INE), superando el dato adelantado (2,2%) hace unas semanas. 

Por tanto, los precios han subido más de lo esperado, situándose en la misma tasa que en junio y en máximos desde abril de 2017, sobre todo, por la subida de la luz. Aunque en menor medida, también ha influido, el encarecimiento del gasóleo para calefacción, mayor este mes que en 2017, y del gas, que se abarató en septiembre del año pasado. Además, los precios de los servicios de alojamiento han bajado menos que hace un año.

El IPC sigue rebasando el umbral del 2%, considerado por los economistas como una tasa 'sana', además de objetivo del BCE

Paralelamente, hay que destacar el abaratamiento de las frutas, mientras los precios de las legumbres y hortalizas han subido menos que en septiembre de 2017. Asimismo, pescado, marisco y carne han incrementado sus precios, mientras los de carburantes y lubricantes lo han hecho en menor medida que hace un año.

El hecho de que el IPC se haya situado en el 2,3% en tasa anual, supone que sigue rebasando el umbral del 2%, el cual es considerado por los economistas como una tasa ‘sana' y que constituye el objetivo del Banco Central Europeo (BCE). En tasa mensual, los precios han subido un 0,2%.

Por su parte, la inflación subyacente se ha mantenido en el 0,8% en septiembre, colocándose 1,5 puntos por debajo del IPC general. Esto es muy significativo. Se trata de una diferencia entre IPC e IPC subyacente muy, muy pronunciada. Y el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) se ha situado en el 2,3%, una décima más que en agosto.