- No hay nada que anime el resultado: ni el margen de intereses, ni las comisiones... ni siquiera el ROF.
- Tampoco los extraordinarios.
- Y ya no hay margen para seguir reduciendo costes.
- Lo único positivo, la morosidad, que baja del 13,9% al 8,6%.
- Por cierto, a pesar de la ampliación de capital, el resultado obtenido ha consumido un 60% del patrimonio neto de la entidad.
Era muy esperada la presentación, este miércoles, de los resultados del banco presidido por Manuel Menéndez (en la imagen), y no faltaban motivos para esta expectativa ya que es una de las entidades que, desde hace algún tiempo, está en el disparadero de las candidatas a una fusión, sí o sí, por diferentes motivos. El primero y principal es que al BCE no le gustan los bancos pequeños y menos si no son rentables por los costes estructurales que arrastran. Además, como le ocurre a Rajoy, a los responsables del BCE les da mucha pereza tener que tomar decisiones y, cuando las toman, meten la pata como con el Popular. Otro motivo es que grandes entidades como Caixabank están al acecho para que no se produzcan fusiones entre medianos que perjudiquen su negocio minorista en zonas donde no tienen presencia importante. Y el más importante es la propia situación financiera del banco: con los datos de cierre del ejercicio puede ser más que problemática. De momento, por si hubiese movimientos societarios, Liberbank, al igual que el martes Unicaja, le ha puesto el lacito rosa al paquete por lo que pueda pasar y ha publicado el anuncio de fusión con su filial Banco Castilla-La Mancha. ¿Previsión? Lo que está claro es que el ejercicio no podía haber sido peor. No sólo por el resultado (-302M€), que es negativo desde el tercer trimestre como consecuencia de las pérdidas por deterioro de activos (269M€), un 88,5% más respecto a 2016, debido a los nuevos cálculos de deterioros a los que obliga la nueva normativa, sino por los 402M€ de otras pérdidas correspondientes a los saneamientos de activos no corrientes a la venta y los resultados por ventas de inmuebles. Esta es la parte de extraordinarios negativos de la cuenta de resultados, pero es importante reconocer que el margen de explotación ha perdido un 56,4% (288M€) respecto al obtenido en 2016. Los gastos de administración solo han bajado 4M€ (-1%), y aún conservan 4.139 empleados y 771 oficinas. El margen bruto tampoco ha sido mejor y pierde un 31,2%, (293M€ menos que el año anterior). Ni las comisiones, ni el margen de intereses ni los resultados de operaciones financieras han podido aportar cifras positivas para aliviar las cuentas de la entidad. Tampoco las cifras de balance son muy alentadoras: 1.139M€ menos de recursos de clientes y 467M€ menos de créditos a la clientela. De ahí que el ratio LTD (prestamos/depósitos) haya pasado de 85,9% a 90,7%, y no por un crecimiento de los créditos a la clientela. La cifra de dudosos se encuentra en 1.900M€, 1.306M€ menos que en 2016, con una ratio de morosidad del 8,6% (en 2016 fue del 13,9%) y coberturas del 48% en 2017 y 40% en 2016. Cifras que aún están muy lejos de las que debe presentar una entidad más o menos saneada y que suponen aún una rémora en los planes de rentabilidad del banco. Aunque durante el ejercicio se ha realizado una ampliación de capital de 499M€, suscrita con éxito a pesar de las reticencias que ya estaba generando la entidad en el mercado, el resultado obtenido ha consumido un 60% del patrimonio neto, que a finales de 2016 se situaba en 2.552M€ y al cierre del 2017, en 2.683M€, con una variación interanual del 5,1%. Así, las ratios de solvencia CET1 Phase in del 13,4% en 2017 (12,1% en 2016), la entidad sigue con unas previsiones que estiman que a la entrada en vigor de la NIIF 9, la reducción de capital ordinario de máxima calidad sólo le representará una reducción de 10pb. Pero está contando con un escenario muy diferente al que ha cerrado este año con este resultado tan adverso. Liberbank debe haber puesto los pelos de punta a más de uno. La primera fila de los que van a ser carne de fusión parece que ya está formada. Y quizás porque está el primero en esta fila o porque se esperaban unos resultados aún peores, el mercado le está dando aire: al momento de escribir este artículo, la cotización, que el martes cerró a 0,43€, se encuentra a 0,46€, que es el máximo que ha llegado a alcanzar en lo que va de año. Rodrigo de Silos rodrigode@hispanidad.com