- Y de paso se islamiza.
- Ahora lo que preocupa es la gestión de activos.
- De esta forma cobra comisiones y no intereses, como ordena el Corán.
- Y la mora desciende con cuenta gotas: pasa del 9,17% (enero) al 9,14% (febrero).
Hablábamos ayer de los márgenes de la
gran banca española en 2016 y llegábamos a la conclusión de que el negocio bancario es una ruina. Maticemos: lo que es una
ruina en estos momentos es el negocio típicamente bancario, resumido en prestar dinero para recuperarlo con intereses.
Por eso, la gran banca de nuestro país
ya no hace banca. Ahora se dedica a
gestionar fondos que, dicho sea de paso, no presenta ningún riesgo para las entidades porque juega directamente con el dinero de los clientes. Y otra vez, los datos del último ejercicio hablan por sí solos. Mientras el crédito desciende o se mantiene casi plano, los recursos fuera de balance aumentan con fuerza.
Y en este ranking,
Caixabank fue la que se alzó con la medalla de oro: en 2016 incrementó los recursos fuera de balance -en su gran mayoría, fondos- un 9,9%, hasta los 81.890 millones de euros. Durante el mismo periodo, la entidad que dirige
Gonzalo Gortázar vio como el crédito bruto descendía un 0,8%.
La medalla de plata se la llevó
Bankia, con un aumento de los recursos fuera de balance del 5,7%, hasta los 20.095 millones de euros, mientras el saldo bruto de los créditos cayó un 5%. El mismo descenso experimentó el
Santander (-5%) -solo en su negocio en España-, que contrarrestó con un aumento de los fondos del 4,2%, hasta los 66.648 millones de euros.
Los porcentajes del
BBVA fueron más discretos: aumentó los recursos fuera de balance un 1,8% -hasta los 80.513 millones- frente a una caída del crédito del 4,4%. Cierran el ranking el
Sabadell, con un incremento de fondos del 2,1% frente a un descenso del crédito del 0,9%, y el
Popular, el único que bajó en los recursos fuera de balance (-4,1%) y en el crédito bruto (-3%).
Eso en cuanto al grupo del G6, porque
Bankinter tuvo un comportamiento totalmente distinto: aumento el crédito (16,1%) y disminuyó los recursos fuera de balance (-0,5%).
Conclusión: lo que preocupa ahora mismo a la banca española es la gestión de activos. Y de paso, se islamiza, es decir,
cobra comisiones y no intereses, tal y como ordena el Corán, que prohíbe la usura de manera expresa.
Y en el entretanto, la
morosidad continúa en niveles muy altos. Los más optimistas hablan de una tendencia a la baja, y es cierto, pero según los datos del
Banco de España facilitados este martes, la mora en febrero se situó en el 9,14% frente al 9,17% de enero. Ya saben: tradicionalmente, una mora del 9% se ha considerado peligrosa. Pero eso era cuando un buen banco era el que tenía poca morosidad y no mucho capital, como ocurre en la actualidad. Ahora, el negocio está en la gestión de fondos.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com