- El 25 de agosto de 2008, fundamentalistas hindúes asesinaron a 100 cristianos de Kandhamal.
- Más de 5.600 hogares fueron saqueados y quemados y cerca de 300 iglesias y otros lugares de culto, destruidos.
- La matanza provocó la huida de más de 50.000 fieles, que comenzaron una vida de refugiados.
- La limpieza étnica contó con la complicidad de la policía y organismos del gobierno.
- El Tribunal Supremo ha ordenado al Gobierno de Orissa que revise 315 casos de violencia nunca investigados.
Ocho años después de las masacres contra los cristianos que sacudieron el Estado indio de
Orissa -se iniciaron el 25 de agosto de 2008-, las víctimas aún no han obtenido justicia, como ha señalado
John Dayal a la
agencia Fides, un intelectual católico indio y ex presidente nacional de la
All India Catholic Union.
En aquellas masacres, los hindúes se cebaron contra la comunidad cristiana de
Kandhamal, provocando la muerte de unos 100 cristianos, aunque el Gobierno indio -condescendiente con lo que le quiere- rebaja esa cifra a 38.
Además de los muertos, 5.600
hogares fueron saqueados y quemados, cerca de 300
iglesias y otros lugares de culto, destruidos, lo que provocó la huida de más de 50.000 fieles, que comenzaron una vida de
refugiados para sobrevivir a la
limpieza étnica.
La
Iglesia Católica de la India, desde 2015, celebra el 30 de agosto el "Día de los Mártires" y tiene la intención de iniciar la causa de beatificación para reconocer el martirio de las víctimas.
John Dayal recuerda que
"en una ola de violencia dirigida contra los dalits y las comunidades tribales en el distrito de Kandhamal, los militantes fundamentalistas hindúes penetraron tierra adentro, matando indiscriminadamente".
Añade que
"explotaron la impunidad garantizada por el Estado y la posible complicidad de la policía y de otros organismos del gobierno" y que el arzobispo
Raphael Cheenath, recientemente fallecido,
"luchó por la justicia durante su vida, pero muchos crímenes aún requieren de más investigación. La búsqueda de justicia continúa".
Muchos de aquellos supervivientes a la masacre no han recibido justicia todavía. El pasado 2 de agosto, el
Tribunal Supremo de la India ordenó al Gobierno del Estado de Orissa reexaminar 315 casos de violencia que nunca se investigaron adecuadamente.
La ONG
Christian Solidarity Worldwide recuerda que ha vuelto a pedir gobierno estatal y federal que garantice que los autores de esos crímenes sean detenidos y paguen por sus acciones.
"Lo que ocurrió en Kandhamal no debe ser olvidado; continuaremos persistiendo en nuestra petición de que se afronten las injusticias".
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com