HP se mantiene en positivo en su tercer trimestre fiscal (mayo-julio), algo que es positivo en un entorno en que muchas empresas están presentando pérdidas por la crisis del coronavirus. Eso sí, el beneficio neto ha caído un 37,7%, hasta 587.709 euros, lejos de los 1.007 millones de hace un año, mientras los ingresos han descendido un 2,1%, a 12.000 millones.

El fabricante estadounidense de ordenadores e impresoras que dirige el español Enrique Lores no saca gran tajada del teletrabajo, como se vio en su segundo trimestre fiscal. En concreto, los ingresos de sistemas personales han subido un 7%, gracias a que las ventas de portátiles han aumentado un 32%, pese a que las de unidades de escritorio se desplomaron un 30%. Por su parte, la facturación de la división de impresión ha caído un 20%. Además, el margen operativo ha descendido del 7,4% al 5,4%.

El flujo de caja libre también se ha visto impactado por el coronavirus, pues ha pasado de los 1.847 millones de hace un año a 1.343 millones, lo que supone un desplome del 27,4%. Eso sí, HP mantiene el pago del dividendo, que en el tercer trimestre ha sido de 0,15 euros por acción.

“Nuestros sólidos resultados del tercer trimestre y el sólido ritmo, frente a una incertidumbre sin precedentes, reflejan la agilidad de nuestros equipos y la fortaleza de nuestra cartera”, ha destacado el español Enrique Lores, presidente y CEO de HP. “Estamos aprovechando nuestro liderazgo en los mercados comerciales y de consumo para capitalizar las oportunidades, desde el papel esencial de la PC en una era de trabajo y escuela remotos hasta el surgimiento de modelos de negocios basados ​​en suscripción para permitir una mayor flexibilidad. Nuestra diversa cartera y la ejecución disciplinada está impulsando nuestro desempeño y estamos bien posicionados para impulsar la creación continua de valor”, ha añadido. No podemos olvidar que Lores fue un “arquitecto clave” en la división de Hewlett-Packard en dos compañías (una de software -Hewlett Packard Enterprise (HPE)- y otra de hardware -HP-) en 2015, pero curiosamente, desde que está al frente de HP, ha apostado por una transformación para que pase de ser una empresa de hardware tradicional a una más centrada en el software y los servicios, y para ello empezó con una reestructuración para eliminar entre 7.000 y 9.000 empleos en los próximos tres años.