- Más de un millón de cubanos vive en el Estado de Florida.
- Muchos de ellos huidos de la tiranía castrista.
Tras la muerte de
Fidel Castro, la noche del 25 de noviembre, el
arzobispo de Miami, Florida (Estados Unidos), Mons. Thomas Wenski, aseguró que al ex presidente cubano le espera "el juicio de Dios que es misericordioso y también justo", recogió
Aciprensa.
En un mensaje publicado en el sitio web de la
Arquidiócesis de Miami el 26 de noviembre, Mons. Wenski señaló que "en el libro de Eclesiastés del
Antiguo Testamento leemos: 'Al justo y al malvado los juzgará Dios pues hay un tiempo para toda obra y un lugar para toda acción'".
"Fidel Castro se murió. Ahora le toca a él el juicio de Dios que es misericordioso y también justo", dijo.
La muerte de Castro, señaló el Prelado estadounidense, "provoca muchas emociones, dentro y fuera de la Isla".
Más de un millón de cubanos vive en el estado de Florida, la mayoría de ellos en el área metropolitana de Miami. Muchos de ellos huidos de la tiranía castrista.
Para el arzobispo de Miami, "más allá de todas las posibles emociones", la muerte de Fidel Castro "debe llevarnos a invocar a la patrona de Cuba, la Virgen de la Caridad pidiendo la paz por Cuba y por su pueblo. 'A Jesús por María, la caridad nos une'". "
Que Santa María de la Caridad escuche al pueblo y adelante para Cuba la hora de la reconciliación en la verdad acompañada de la libertad y la justicia", expresó.
Mons. Wenski pidió "que, por la intercesión de la Virgen mambisa,
los cubanos sepan transitar ese camino estrecho entre el miedo que cede al mal y la violencia que bajo ilusión de luchar contra el mal solamente lo empeora". "Virgen de la Caridad del Cobre, ¡cúbrenos con tu manto!", finalizó.
A fines del siglo XX,
Castro disminuyó las restricciones contra la Iglesia Católica, permitiendo en 1998 que se celebrase, por primera vez en décadas, la Navidad.
Durante su vida,
Fidel Castro recibió en Cuba a San Juan Pablo II, Benedicto XVI y el Papa Francisco.
Castro gobernó Cuba durante cerca de 50 años, tras derrocar al dictador
Fulgencio Batista. Y ejerció la represión, la tortura y el asesinato contra miles de personas.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com