Europa es la más lista de la clase ecologista y la más tonta del mundo, pues ha anunciado que reducirá sus emisiones de gases de efecto invernadero un 55% en 2030. Este nuevo objetivo es aún más ambicioso que el anterior (40%), pero el viejo continente debería tener en cuenta que sus emisiones sólo suponen el 10% de las mundiales, frente a las que genera EEUU (14%) y China (28%).

Así lo recordó acertadamente el presidente de Repsol, Antonio Brufau, en la Junta de Accionistas de 2019. “Europa es líder en la lucha contra el cambio climático”, ha presumido el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, después de que se haya acordado el nuevo objetivo citado. Un logro, en su opinión, del cual el viejo continente podrá presumir en la cumbre virtual que celebrará Naciones Unidas por el quinto aniversario del Acuerdo de París.

España ha reducido sus emisiones de CO2 un 29,3% entre 2005 y 2019, mientras que China las ha disparado un 74% y en Alemania sólo las ha bajado un 12,5%

En este empeño ecologista no se puede olvidar a España, alumna aventajada en Europa, bajo la batuta de la vicepresidenta cuarta y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera. Sin embargo, ser de los más listos de la clase en la materia ecologista conlleva ser de los más tontos del planeta en lo que a crecimiento económico se supone. Como recordó el CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, a mediados de septiembre, en su comparecencia en el Congreso, España ha reducido sus emisiones de CO2 un 29,3% entre 2005 y 2019, pasando de 443 millones de toneladas anuales a 313 millones de toneladas, mientras que en ese mismo tiempo, China ha disparado sus emisiones un 74% y en Alemania sólo han bajado un 12,5%.

Y la cosa no acaba aquí. Nuestro país cerrará los siete reactores nucleares que tiene operativos entre 2027 y 2035, pese a que generan energía renovable porque no emiten CO2, mientras que pondrá fin al carbón (que sí emite CO2) antes de 2030. En el caso de Alemania, también se ha apostado por el mismo error de cerrar las nucleares, pero lo harán a finales de 2022, mientras que continuará con el carbón hasta 2038.

El reciente acuerdo alcanzado en el Consejo Europeo para elevar el objetivo de reducción de emisiones recoge que cada país tendrá derecho a decidir su mix energético y las tecnologías más adecuadas, incluidas algunas de transición (por ejemplo, el gas). Esto supone una alegría para Iberdrola, Naturgy y Endesa, que hace casi un mes se pusieron de acuerdo para hacer lobby frente a la vice Ribera, pidiendo que se les pagara más por el ciclo combinado y defendieron su papel en el mix energético. Recuerden que al ciclo combinado se le considera tecnología de respaldo en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), pero ni siquiera se le mencione en la ley de Cambio Climático y Transición Energética, que sigue estando en proyecto y ha demostrado que no tenía tanto “consenso” como decía Ribera (ha recibido 758 enmiendas.