El Tribunal Supremo ha cambiado de parecer cinco meses después y admite a trámite los recursos contra los indultos del 'procés'
El Tribunal Supremo ha decidido este lunes no paralizar la exhumación de Francisco Franco. El tribunal ha rechazado la petición de la familia del dictador, que había pedido al Supremo que paralizara de forma cautelar la exhumación hasta que el tribunal decida sobre el fondo del asunto (si el traslado de los restos del dictador es o no legal). En su escrito, los nietos de Franco alegaban que la suspensión cautelar era necesaria para evitar un “daño irreparable” en el caso de que los magistrados acaben dando la razón a la familia y consideren que los restos del dictador deben seguir en la basílica de Cuelgamuros. Sin embargo, el tribunal considera que la medida cautelar debe ser denegada porque el acuerdo del Gobierno recurrido no justifica por sí mismo la exhumación de los restos de Franco ni produce una situación irreversible que haga perder su finalidad al recurso, según El País.
El tribunal considera que la medida cautelar debe ser denegada porque el acuerdo del Gobierno recurrido no justifica por sí mismo la exhumación de los restos de Franco ni produce una situación irreversible que haga perder su finalidad al recurso"
La familia Franco ha recurrido en el Supremo la decisión del Gobierno de sacar del Valle de los Caídos los restos de Franco. Pero además, había pedido al tribunal que paralizara cautelarmente el acuerdo del 8 de noviembre por el Consejo de Ministros para avanzar en la exhumación del dictador del Valle de los Caídos, que el Gobierno pretende realizar antes de que acabe el año. "De nada serviría a mis representados que la justicia acabe dándoles la razón años después de que hayan tenido que pasar por el amargo trato de una exhumación tan humillante como dolorosa para ellos y en contra de su voluntad. No hay indemnización alguna que pueda paliar el daño moral que se les infligiría", asegura el recurso firmado por el abogado de la familia, Luis Felipe Utrera-Molina, hijo del ministro franquista José Utrera-Molina.