La vacunación es lo que va a dar seguridad a la gente, aseguran los hosteleros. ¿Seguro? Conozco a un matrimonio ya ‘bautizado’ con las dos dosis, que continúa sin salir de casa. Antes no se fiaban del virus, ahora no se fían de la vacuna.

Vivimos entre la adicción a la vacuna y desconfianza de las vacunas. Primero porque, como ya hemos dicho mucha veces en Hispanidad lo más raro del virus Covid es que con él ha llegado antes la vacuna que el tratamiento. Eso suena rarísimo. Y lo segundo malo es que sabemos poco sobre el origen y dispersión del bicho, que es tanto como decir que sabemos poco de el virus… en su totalidad manifiesta.

Tampoco sabemos por qué a algunas personas les afecta de forma letal y a otras muchas, la mayoría, apenas les afecta o incluso son asintomáticos. No sabemos nada

Mejoramos entre los tratamientos pero nadie hace caso: lo único que importa es la vacuna… y no nos fiamos de ella

Y esta adicción a la vacuna multiplica el negocio vacuneril. Moderna, la más cara de todas, ya anuncia su tercera fase, como hizo Pfizer, para después del verano. A este paso, tendremos que vacunarnos contra el Covid una docena de veces por año, a mayor gloria de las grandes multinacionales y a mayor ruina de los países y su gasto sanitario.