- La horquilla podría estar entre los 0,30 y los 0,34 euros, según Gaspar Anabitarte, representante de la COAG.
- Se trata de poner el "precio lo más barato posible para el consumidor, pero pagando lo que vale la leche".
- La ministra de Agricultura escurre el bulto sobre el "precio mínimo" porque va contra la normativa europea.
- Prefiere hablar de subir el precio de intervención, "la medida más rápida y fácil", aunque el comisario de Agricultura no está dispuesto.
- Eso sí, el siguiente paso sería "aplicar mecanismos de control de la producción" para evitar una sobreoferta en el mercado lácteo.
La
crisis láctea sigue estando de actualidad, de hecho este viernes la Marcha Blanca ha llegado a Madrid y se ha manifestado ante el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Pero encontrar una solución es algo factible, sólo toca imitar lo que se ha hecho en
Francia y acordar un "
precio mínimo" que cubra los costes de producción.
Así, lo ha afirmado
Gaspar Anabitarte, representante de la COAG, a Hispanidad. En su opinión, la horquilla de precios podría estar entre los 0,30 y los 0,34 euros/litro. Conviene recordar que en España hay precios peores, que se sitúan entre los 0,22 y los 0,20 euros/litro, mientras los mejores están entre los 0,32 y los 0,33 euros/litro. Es decir, la media ronda los 0,26 euros/litro con unos costes de producción superiores (0,33 euros/litro, de media). Según las cifras del Ministerio, las cantidades son de 0,28 euros/litro de leche en origen, con unos costes de producción de 0,34 euros/litro.
Volvamos al tema del "precio mínimo". En Francia, los actores del sector lácteo han llegado a un acuerdo de un precio mínimo de
0,34 euros/litro, que el Gobierno, como mediador, deberá vigilar. Algo similar es lo que se quiere hacer en España y es que, en definitiva, se trataría de poner el "precio lo más barato posible para el consumidor, pero pagando lo que vale la leche", refiere Anabitarte.
Sin embargo, el Gobierno español elude hablar de "precio mínimo" porque va contra la normativa de competencia europea, pero "puede haber alguna excepción", pues como se dice habitualmente
la excepción confirma la regla. La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente,
Isabel García Tejerina, prefiere hablar de subir el precio de intervención; una medida que el representante de la COAG considera "la más rápida y fácil". Además, garantizaría la sostenibilidad de las explotaciones, de las cuales la gran mayoría está en una delicada situación.
Sólo hay un 'pequeño' problema: el comisario de Agricultura,
Phil Hogan, no está dispuesto. Pero su plan es bastante más complicado: prefiere que el precio se fije conforme al mercado, es decir, al juego de la oferta y la demanda. Algo que no solucionaría los problemas actuales.
Eso sí, el siguiente paso tras acordar un precio mínimo sería "aplicar
mecanismos de control de la producción" para evitar una sobreoferta en el mercado lácteo. Esta sobreoferta se vive en la actualidad y a ella ha contribuido en parte el fin de las cuotas lácteas, pero no es nada buena y menos cuando hay una menor demanda: ha bajado en China y el mercado ruso está cerrado -importador del 10% de los productos lácteos a nivel mundial y primer comprador para la Unión Europea-.
Por lo tanto, Anabitarte considera que se deben poner en marcha una especie de cuotas como había antes, a pesar de que
"Europa no va a reconocer que su final ha sido un desastre". La pelota está en el tejado de la Comisión Europea y habrá que ver si está dispuesta o no a rectificar, aunque debería tener en cuenta que "rectificar es de sabios".
El representante de la COAG recuerda a Hispanidad que se habla mucho de que el sector lácteo es muy estratégico. Por tanto, habrá que tomar las "medidas necesarias para que todos sigamos teniendo leche en Europa".
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com