• Y Susana Díaz se da al cinismo político.
  • Responde a la pregunta sobre si busca la sustitución de Pedro Sánchez con un "no sé de qué me habla".
  • Por su parte, la vicepresidenta está acongojada por la falta de Gobierno.
Consejo de Ministros del viernes 16 de septiembre. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría (en la imagen), comparece ante los periodistas visiblemente acongojada por la ausencia de Gobierno en España. Y tras las preguntas recurrentes de parte del aforo vuelve a insistir en la media verdad de que sin Gobierno no es posible pagar a los pensionistas. Ni ejecutar pagos urgentes. Es un conjunto de medias verdades y mentiras enteras. Porque como bien le recordara Pedro Sánchez a Mariano Rajoy en el debate de investidura, si el Gobierno está en funciones el Congreso no, y continuando con el ejemplo, ningún partido se opondría a dificultar el pago a los jubilados. Es la demagogia Sáenz de Santamaría, auténtica experta en la materia. Ahora bien, lo que realmente acongoja a Soraya es perder su oportunidad histórica de convertirse en la primera mujer presidenta del Gobierno de España. Para ello, Soraya no puede esperar a que Mariano Rajoy renueve en Moncloa, aunque se vaya a mitad de legislatura. Y es que Soraya sabe que sólo sería presidenta si es propuesta por las fuerza vivas, especialmente, económicas y editoriales, que es donde tiene fuerza gracias a sus favores monclovitas. Donde no tiene fuerza es en Génova. Allí nadie la añora. Y la otra candidata del CEC a la primogenitura política, la socialista Susana Díaz también trepa por el palo ensebado del cinismo político. Así, a pesar de la campaña feroz anti-Pedro Sánchez, asegura que ni por un momento le está haciendo la cama al todavía secretario general del PSOE. Es más, ante la lógica pregunta de un periodista, sobre los varones que buscan el relevo de Pedro Sanchez, doña Susana responde con chulería: "¿relevo de Pedro Sánchez? No sé de qué me habla". Y todo esto cuando todos los veteranos del PSOE buscan con denuedo enviar a casa a Pedro Sánchez ya mismo, amenazándole con romper la disciplina de voto, en apoyo de Rajoy, y nombrar una comisión gestora hasta que convoque un congreso extraordinario y elecciones primarias. Lo que está claro es que las dos aspirantes a liderar el país han leído a Maquiavelo, o, al menos, algún resumen gráfico del mismo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com