• El modelo bancario de la domiciliación de nóminas funciona, pero no basta con estos tipos.
  • De hecho, los epígrafes bajan y los márgenes se deterioran.
  • Es más el negocio más rentable de Caixabank son los seguros.
Prácticamente estamos ya cerrando el mes, con la maleta junto a la mesa, esperando a que las ultimas entidades publiquen sus cuentas y marchar de vacaciones. Caixabank nos ha facilitado la labor y como siempre, puntualmente antes de la apertura de mercado, ha hecho públicos los resultados del primer semestre de este año. Curioso, pero los "analistas" han ido errando en la práctica totalidad de las previsiones, ya que parece que se hayan curado en salud vaticinando siempre a la baja, por si acaso. Este ha sido el caso de Caixabank. "El consenso de mercado" anticipaba un resultado por debajo de los 600 millones de euros, pero finalmente la cifra de resultados ha sido algo mejor de lo esperado, 638 millones de beneficio neto, un 9,9% menos que en 2015. El margen de intereses, al igual que en el resto de las entidades, ha sufrido un descenso del 10,1%, yo aquí tenía una ligera esperanza, no de que fuese positivo, cosa evidentemente imposible con la actual coyuntura, pero sí que diese una nota menos negativa dada la estructura de negocio que tiene, pero la eliminación de las cláusulas suelo en el segundo semestre de 2015 y la bajada sostenida de tipos de interés lo ha hecho imposible. El margen bruto se ha situado un 11,3% por debajo del ejercicio anterior, a pesar de la aportación de 1.010 millones de las comisiones netas. Éstas han sido inferiores en 66 millones a las registradas en 2015 por la existencia es ese ejercicio de operaciones singulares, el cambio normativo que obliga a reclasificar en este epígrafe los resultados de las compraventas de divisas y la aportación al FUR. La reducción de los gastos de administración y los -541 millones registrados en el 2105 por los costes de la integración de Barclays y el acuerdo laboral han hecho que el margen de explotación haya sido positivo en un 3,9% interanual, llegando a los 2.047 millones (sin tener en cuenta los gastos extraordinarios del 2015 la variación habría sido de -18,5%). El resultado antes de impuestos ha sido un 59,4% mejor al 2015, igualmente impactado por los extraordinarios de la integración del Barclays en el ejercicio anterior y en este por la bajada en las dotaciones por deterioro de activos en unos 527 millones por la mejora de la calidad crediticia. Destacar la incidencia en el resultado neto de los 152 millones positivos registrados en el 2015 en el epígrafe del impuesto sobre beneficios por la diferencia negativa de consolidación de Barclays Bank, SAU. Continúa siendo muy difícil que, con incrementos del 1% en el crédito a la clientela (quizás en este semestre compensado por un crecimiento del 3,8% de los recursos en balance de clientes) y un -0,4% en los de fuera de balance, recomponer mínimamente la cuenta de resultados en la parte del negocio tradicional bancario. Además, en los próximos meses se puede vivir un importante descenso en las comisiones de gestión, pues las turbulencias del sistema con la situación del Brexit del Reino Unido y de la banca italiana han arrastrado a los fondos de inversión, y en especial a los de la entidad catalana. Según fuentes de la patronal Inverco, los fondos de la gestora de Caixabank acumulan pérdidas de patrimonio por 1.300 millones y reembolsos por 610 millones, sin contar que prácticamente todos están en rentabilidades negativas. Por lo tanto, parece que nos esperan meses de "extraordinarios" para mantener la cuenta de resultados. En el caso de Caixabank algo ayudará la reducción de las dotaciones por deterioro por la caída de la morosidad, que se sitúa en un 7,3% (sin riesgo promotor 6%), y una cobertura del 53%, que asciende a 8.489 millones. Cifras aún lejos de ser optimas y sobre todo, como siempre advierto, de estas cifras falta por ver el volumen de irrecuperables totales. Acabemos con una noticia esperanzadora: la fortaleza del negocio asegurador de la entidad que tiene a Jordi Gual como presidente (desde que Isidro Fainé se decantara por la fundación bancaria) y a Gonzalo Gortázar como Ceo (ambos en la imagen), que ha aumentado su cuota de mercado hasta un 23% en ahorro y un 22,5% en pensiones, con productos competitivos que aportan en términos de margen bruto unos 516 millones, un 20% más que el 2015. Rodrigo de Silos rodrigode@hispanidad.com