• Se muestra dispuesto a marcharse cuando cierre el ejercicio 2016 y plantee una salida para el grupo… que apoye el regulador.
  • En principio, se intenta que esa salida sea en solitario. Si no, habría que acudir al Santander o a un banco extranjero.
  • Lo que no acepta Ángel Ron es una fusión con el Sabadell ni ceder el poder a Antonio del Valle.
  • La idea del gobierno es que no se necesita ni a Emilio Saracho, ni a Manuel Pizarro, ni a Juan María Nin, ni a Jaime Echegoyen. Lo que se necesita es capital.
Vamos por partes, pues reina tanta confusión en torno al Banco Popular que conviene aclarar ideas. En primer lugar, el presidente, Ángel Ron (en la imagen), está dispuesto a marcharse. Incluso fecha para el cierre del ejercicio 2016 y, sobre todo, una vez que se haya buscado un salida factible para la entidad, aprobada por el Banco de España y el Banco Central Europeo. Y también, claro, por el ministro Luis de Guindos y el Gobierno Rajoy. Porque lo más importante aquí es que los rumores esparcidos por el mexicano Antonio del Valle, principal oposición a Ron, sobre todo a través de un medio de comunicación, no dan para mucho. Tanto él como Reyes Calderón, enloquecida para expulsar a Ron, como el ex presidente del Banco Pastor, José Ramón Arias Mosquera, sólo pretende una fusión para reflotar la acción. En especial con el Sabadell. Sólo que esta fusión no sólo no gusta a Ron, es que tampoco gusta al Gobierno ni al Banco de España. Es más, los reguladores no tienen ninguna prisa en echar a Ángel Ron. Saben que ni Emilio Saracho, ni Manuel Pizarro, ni Juan María Nin, ni Jaime Echegoyen (este bastante tiene ya con el caso de la SAREB) pueden arreglar el Popular. Para entendernos, el problema del Popular es muy sencillo: 27.700 millones de euros en activos inmobiliarios, de ellos 15.500 en crédito y unos 11.500 en suelo e inmuebles. Y eso con una cobertura escasa del 34%. Eso no se arregla con ningún nombre propio: se necesita dinero. Concluyendo, los caminos que se abren ante Ángel Ron son sencillos: cuenta con el apoyo de la sindicatura y con el apoyo condicionado -a una solución de futuro- de Credit Mutuel y de Allianz. Y sí, con el apoyo del Gobierno y del regulador. Y si no hay solución en solitario, porque se necesitarán más provisiones, la solución será la absorción del Popular por otra entidad. Si es española, será el Santander (por cierto, Ángel Ron y Ana Botín siempre se han entendido muy bien). Y si no, un banco extranjero. Eso no es tan deseable pero Credit Mutuel, actualmente con un 5% del accionariado del Popular, es el candidato idóneo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com