Así quebró Martinsa: Caixabank y Sareb exigieron a Fernando Martín que se fuera, y él se negó
- Además, los bancos acreedores consideran una burla los activos que Martín les ofrecía como canje de la deuda.
- Abanca y Morgan Stanley se adhirieron al convenio, pero no fue suficiente.
- La que fuera la mayor inmobiliaria de Europa acumula una deuda total de 6.500 millones de euros.
Los dos principales acreedores de Martinsa Fadesa son la Sareb y Caixabank. El banco malo posee el 21% del pasivo y la entidad que preside Isidro Fainé, el 16%. Es decir, si cualquiera de los dos no se adhería a la propuesta de Fernando Martín (en la imagen), Martinsa iría irremediablente a la liquidación.
Conscientes de la situación, el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, y el presidente de la Sareb, Jaime Echegoyen, se reunieron para decidir qué hacer. Y a los pocos días, el presidente de la inmobiliaria se encontró dos propuestas encima de la mesa.
Antes de continuar, conviene tener en cuenta los antecedentes, que son la clave para entender el final del proceso. Desde que se declaró el concurso de acreedores, en 2008, Martín ha presentado diversas propuestas de viabilidad a los acreedores. ¿Qué ha ocurrido? Que los cuatro grandes acreedores -Caixabank, Popular, Abanca y, desde su constitución, la Sareb- no han admitido las elevadísimas quitas propuestas por Martín. Entre los cuatro controlan el 55% de la deuda de la inmobiliaria, esto es, unos 3.500 millones de euros. En más de una ocasión, llegaron a calificar las propuestas de Martín de "inadmisibles". Y es que el que fuera presidente del Real Madrid pretendía quedarse con los mejores activos y entregar el resto -por ejemplo, suelo aún por desarrollar en Rumanía- a los acreedores. Era, en pocas palabras, una burla.
Una vez conocidos los antecedentes, podemos continuar con la historia, es decir, con las dos propuestas que Martín se encontró encima de la mesa. La primera consistía en ir a la liquidación. En este sentido, las entidades financieras tenían todo provisionado y les daba igual liquidar la empresa. No era, por tanto, un farol.
La segunda opción: capitalizar la deuda, como ya se ha hecho, por ejemplo, en Pescanova. Eso sí, con una condición irrenunciable: Martín y todo su equipo debían abandonar la empresa inmediatamente. Ni Sareb ni Caixabank estaban dispuestos a seguir con Martín al frente de la compañía. No así Abanca (8,46% de la deuda, esto es, 413 millones) que, junto con Morgan Stanley (7,83%, esto es, 378 millones), sí dieron su brazo a torcer y firmaron este jueves la propuesta de convenio. El Popular se habría adherido, pero no lo hizo al comprobar que ni Caixabank ni la Sareb lo habían firmado.
En cualquier caso, Fernando Martín dijo que no. Ni él ni su equipo iban a abandonar la que fuera la mayor inmobiliaria europea. Así, ante la negativa de Martín, sólo quedaba una opción: liquidar la compañía que acumula una deuda total de 6.500 millones de euros.
Ahora todo queda en manos del juez de lo Mercantil, de la Coruña. En cuanto dicte el auto de liquidación -en los próximos días-, se pondrá en marcha el proceso de reparto de activos. Proceso que llevará años.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com