• El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) le cita a declarar como imputado el 15 de octubre por posible desobediencia al TC por convocar la consulta del 9-N.
  • Pero el 27-S ya ha demostrado que los independentistas de Juntos por el Sí seguirán apoyando al 'president' aunque se descubriera que un pederastra.
  • La CUP apuesta por un presidente de consenso con "proyección internacional", o sea, no por Artur.
  • Declararán también como imputadas la ex vicepresidenta de Cataluña Joana Ortega y la consejera de Educación de la Generalitat, Irene Rigau.
  • El independentismo lo utiliza como argumento a su favor: es "la mejor demostración" de por qué Cataluña debe ser un país independiente, según Junqueras.
No está siendo una buena semana para Artur Mas. Tras 'liarla parda' al convocar elecciones en Cataluña por tercera vez en cinco años -perdiendo cada vez más escaños-, y no sacar mayoría absoluta, resulta que ahora probablemente no pueda liderar su supuesto proceso independentista porque los de la izquierda radical CUP le han vetado como futuro presidente de la Generalitat. Y eso se añade que los independentistas no ganaron su plebiscito sino que lo perdieron, al lograr en torno a un 47% de los votos. Y a todo ello se une lo conocido esta mañana: el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) le ha citado a declarar como imputado, para el próximo 15 de octubre, en la causa abierta por la querella por desobediencia por convocar la consulta alternativa del 9N. Dos días antes, el 13 de octubre, declararán también como imputadas la exvicepresidenta de Cataluña Joana Ortega y la consejera de Educación de la Generalitat, Irene Rigau. La decisión, sin embargo, no cambiará la posición de los independentistas, agrupados en la lista Juntos por el Sí, que apoyarán a Artur Mas al magen de cualquier margen, querella, denuncia o lo que sea. Como ha explicado la portavoz de la Generalitat, Neus Munté, la única lectura posible de esa sentencia es su clave política.  Los críticos del PP con Rajoy por su política en Cataluña, por el contrario, creen que la sencencia llega tarde y mal y que algo se podría haber hecho antes y mejor, actuando con más antelación. El juez Joan Manel Abril instruye la causa a partir de las querellas de la Fiscalía, Manos Limpias, Vox y otros en relación con la consulta popular. En los autos del pasado mes de enero, el tribunal señaló que apreciaba indicios de que Artur Mas pudo incurrir en un delito de desobediencia al no acatar la orden del Tribunal Constitucional de suspender también la consulta alternativa del 9 de noviembre de 2014. La fiscalía acusaba concretamente a los querellados de haberse "negado abiertamente a dar el debido cumplimiento a una resolución emanada del máximo intérprete de la Constitución", al organizar este proceso participativo pese a la suspensión decretada por el TC, informan agencias. En su escrito, el Ministerio Público consideró que los ahora imputados sabían que la consulta prevista inicialmente -primero- y el proceso participativo -después- habían sido suspendidos, y aludió a estas declaraciones de Mas: "Si la Fiscalía quiere conocer quién es el responsable de abrir los colegios que me miren a mí, el responsable soy yo y mi gobierno". La Fiscalía consideraba que no es necesario que la negativa del Govern a cumplir la decisión del TC fuese expresa, sino que "esa voluntad puede deducirse, tanto en comportamientos activos como omisos, expresos o tácitos", recogía el escrito. También insistía en que fue "una consulta planificada, auspiciada y financiada" por el Govern, que el contenido de la suspensión no dejaba margen a la duda y que, pese a eso, los tres querellados participaron en su fomento de manera personal y directa, decía literalmente. Pero el TSJ de Cataluña había aplazado las citaciones de los imputados hasta después de la celebración de las elecciones autonómicas que han tenido lugar este domingo y que ha ganado Junts pel Sí, la candidatura de Artur Mas, aunque -insistimos- sin mayoría absoluta. El presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha afirmado este martes que la imputación del president de la Generalitat, Artur Mas, por el 9N es "la mejor demostración" de por qué Catalunya debe ser un país independiente. Como si en una Cataluña separada la justicia fuera a ser independiente, casta y pura... Lo que está por ver es que todo esto resulte luego en algo. Por ejemplo, en la inhabilitación de Mas para ejercer cargos públicos, etc. Pero, como decíamos, el último palo a Mas ha venido de la CUP, cuando su número uno, Antonio Baños, ha reiterado hoy que su formación no investirá a Artur Mas como presidente de la Generalitat, y ha apostado por un candidato de consenso que tenga "proyección internacional", requisitos que no sólo cumplen Oriol Junqueras y Raül Romeva, ha dicho. En una entrevista en TV3, el referente de la CUP ha señalado que Mas "es un catalán importante en el proceso, pero no el único", y le ha considerado una figura demasiado connotada por los recortes y la corrupción, recogen agencias. Además, ha manifestado que la CUP no entrará en el Ejecutivo pero tiene "muchas ganas de apoyar a un Govern que tenga claro que es soberano" y revierta las políticas de austeridad. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com