Dejemos a un lado la economía, que ya lleva lo suyo. El caso es que todas las medidas contra el coronavirus lo son también contra la caridad… y contra la amistad. Si no, hagan el repaso.

Ahora no entro en la necesidad de confinamientos más o menos duros y de normas más o menos lesivas para la libertad individual. Se trata de aislar al hombre de sus semejantes.

El BOE está destrozando las relaciones humanas: ¿cuándo podremos volver a darnos la mano? Mejor que sea ahora mismo

Recuerden la frase de aquella señora anónima que se expresaba así ante la cámaras de TV: para vivir así, prefiero el virus.

El BOE está destrozando las relaciones humanas: ¿cuándo podremos volver a darnos la mano? Mejor que sea ahora mismo. Tanto es así que el Gobierno Sánchez ha preferido traspasarles las responsabilidades a las comunidades autónomas.

Lo del primer ‘negacionista’ detenido y esposado en un pueblo aragonés resulta extraordinariamente preocupante

Lo del primer ‘negacionista’ detenido y esposado en un pueblo aragonés resulta extraordinariamente preocupante. Es lo que llamo el salto desde el aborto libre al aborto obligatorio, el recorrido habitual de los delitos de odio: primero despenalizando el aborto, luego lo promocionó, al final, el que se atreva a defender la vida del no nacido es quien está incurriendo en ilegalidad. Al final, el efecto es el mismo que el de los delitos de odio: es el acusado quien debe demostrar que no odia al acusador, demostración harto difícil, por cierto.

Con el coronavirus, lo mismo: si discrepas de las ordenanzas oficiales que te están destrozando la vida (porque están destrozando tu libertad), eres un irresponsable y un insolidario. No sólo debes ser contestado, debes ser detenido… por atentar contra la salud pública.

mascarilla y niños