Ya hemos dicho que, si los canales de televisión no hubieran cerrado filas con “Pedro”, el señor presidente estaría en trance de dimisión por su tesis doctoral que, por lo que ya sabemos, es, en efecto, un cortapega.

Ahora bien, el problema de la tesis doctoral de Sánchez es que no debe dimitir por plagiador, sino por chapuzas y por cursi. Ya sabemos lo suficiente de su tesis para conocer que no pasa de fruslería y ya conocemos lo suficiente del presidente del Gobierno para saber que es un cursi. Porque la metáfora del Aneto para defender su tesis doctoral tiene muchos bemoles.

Una advertencia a periodistas sobre los softwares antiplagio: estas plataformas son configurables. El nivel de plagio depende de los criterios y comandos que se determinen, como por ejemplo la no consideración de plagio por el uso de comillas. Así que ojo a los informes externos.

Una advertencia a periodistas sobre los softwares antiplagio: estas plataformas son configurables

Ahora bien, el chico, además, tiene su mala uva: en pocas horas ha puesto todo el aparato del Estado al servicio de su personita: todas las televisiones, como un solo hombre, han decidido apoyarlo, asegurar que es uno de los mejores investigadores del mundo mundial y aprovechar para poner cómo no digan dueñas a cualquiera que pida responsabilidades al señor presidente.

Una advertencia a periodistas sobre los softwares antiplagio: estas plataformas son configurables

En plata: ni Cifuentes ni Montón ni Casado ni Sánchez tendrían que dimitir por estas fruslerías. Sí, son fruslerías. Hay otras muchas razones más graves por las que deberían marcharse. Lo que ocurre es que han jugado al puritanismo hipócrita que intenta, no limpiar la vida pública, sino degollar al adversario. Y quien a hierro mata, a hierro muere.

Sánchez se lanzó a la yugular de Mariano Rajoy y del PP, convirtiendo pecadillos en sacrilegios. Ahora, está pagando las consecuencias. Y se va a vengar en Casado y en Rivera. ¡Vaya porquería de políticos que tenemos en España!