Hay que ser insensato, muy insensato, para, dado como está el patio, solicitar la supresión de la inviolabilidad del Rey. Pero, mira por dónde, eso es exactamente lo que ha hecho Pedro Sánchez. Incluso hablando en nombre del Rey Felipe VI.

Cuando su apoyo podemita está empeñado en revisar toda la obra de otro inviolable, el también rey Juan Carlos I, a quien Podemos quiere investigar y contra quien, de buen grado, se querellaría (y alguno cree que, de buen grado, fusilaría).

Y las palabras de Sánchez se hacen públicas en vísperas del cuadragésimo aniversario de la Constitución, donde todavía el protocolo discute dónde poner a SM Juan Carlos I -algunos piensan que de espaldas a Podemos- y donde, naturalmente, Podemos montará el numerito, que es lo suyo.

Es cierto que la reforma constitucional es difícil, pero también lo es que una vez que abres la caja, puede pasar cualquier cosa. Entonces, ¿por qué introduces en los futuros cambios constitucionales la inviolabilidad del Rey?

¿Es maldad o es simple tontería?

Y aunquen el portavoz del PSOE, José Luis Ábalos, haya desmentido a su presidente, asegurando que el asunto de la inviolabilidad del Rey no se había puesto sobre la mesa, lo que queda claro es que el señor presidente ha vuelto a meter la pata.