Malas noticias para la plantilla de T-Mobile US, la filial norteamericana y joya de la corona de Deutsche Telekom: en las próximas cinco semanas llevará a cabo un plan de ajuste que implicará la salida de 5.000 empleados en EEUU, el 7% de la plantilla. El objetivo no es otro que reducir los costes, principalmente los asociados a la captación de nuevos clientes.

El ajuste, sin embargo, no afectará ni a la red comercial ni al área de atención al cliente, sino que se centrará en el corporativo, principalmente en administración y algunas áreas tecnológicas.

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El anuncio realizado el jueves por el presidente ejecutivo, Mike Sievert, se produce en un contexto difícil para Deutsche Telekom en particular y para todo el sector en general. En los resultados semestrales, la compañía alemana evidenció esa situación, con una caída del beneficio, excluyendo extraordinarios, del 17,9%, a pesar del aumento de clientes durante el segundo trimestre.

Lejos de animar a los inversores, como ha sucedido tras ajustes similares en el sector, la cotización de T-Mobile US bajó un 2,2%, mientras que la de Deutsche Telekom se mantiene prácticamente plana este viernes, durante los primeros compases de la sesión.