Al sector del automóvil no le gusta la reforma laboral (más bien reformita) que ha aprobado este martes el Gobierno y de la que tanto presume la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, tras su acuerdo con sindicatos y CEOE. Y es que no creará empleo, sino rigideces y no favorece a las pymes.

Así lo ha expresado Gerardo Pérez, presidente de la patronal de las asociaciones de concesionarios oficiales (Faconauto), en una intervención en El Cascabel, en Trece. “¿Va a crear empleo? No. ¿Va a crear rigideces? Es posible”, afirmó, subrayando que “no es un buen acuerdo para la pyme española”, aunque, por ahora, prefieren ser prudentes, porque aún no conocen la letra pequeña y “puede haber alguna sorpresa positiva”. “Es mejor una reforma que una derogación”, añadió.

 

 

Pérez rtambién efirió más en concreto tres aspectos negativos de la reforma laboral de Díaz. Por un lado, se vuelve a primar el convenio sectorial sobre el convenio de empresa (este último sí tenía en cuenta la realidad de cada compañía -multinacional o pyme-); por otro, se elimina la ultraactividad (la cual obligaba a negociar a empresas y sindicatos en el plazo de 12 de meses tras el fin de un convenio); y por otro, el incremento de sanciones a los empresarios. “En un país como el nuestro, tenemos que tener en cuenta que un convenio no puede aceptar lo mismo a una gran multinacional que a una pyme. Este acuerdo no trata los problemas de fondo del mercado laboral”, subrayó Pérez.

El presidente de Faconauto destacó que “el mercado laboral y la economía española necesitan flexibilidad, que beneficia al trabajador y para que la empresa sea competitiva”

El presidente de Faconauto destacó que “el mercado laboral y la economía española necesitan flexibilidad, que beneficia al trabajador y para que la empresa sea competitiva” y que es necesaria para la pyme, aunque también consideró que debemos “tener pymes más grandes”. Al hilo de la postura sobre la reforma laboral, conviene recordar que tanto Faconauto como la otra patronal de vendedores de coches (la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios, Ganvam) defendieron la reforma laboral del PP hace más de un año. A estas se suma la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) en las objeciones a la reforma laboral de Díaz, según informa Coche Global, y no hay que olvidar que Francisco J. Riberas, presidente de Gestamp y que desde noviembre también lidera la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto), es uno de los integrantes del Instituto de Empresa Familia (IEF) y en su último congreso celebrado en octubre se pidió que no se pongan palos adicionales en la rueda.

Al hilo de esto conviene recordar que el pasado abril, José Vicente de los Mozos, presidente de Anfac (y también director mundial de Fabricaciones de Renault y su máximo responsable en España y Portugal, presidente de Ifema), ya señaló que “no es momento de tocar la reforma laboral”. Y más recientemente, hace unas semanas, reiteró que al negativo contexto (bajas ventas, crisis de chips, etc.), se sumaba la incertidumbre sobre la reforma laboral, que pone en riesgo la flexibilidad para las fábricas automotrices y “supone un riesgo grave en la competitividad” de estas.